¿La tercera será la vencida? La industria aérea argentina espera que sí. El país es el único en la región que no está volando y el único en el mundo con el mayor tiempo con su espacio aéreo cerrado. Al menos seis operadores se han ido de Argentina y la pérdida de ingresos del sector caerá 69%, según IATA.
Argentina fija una nueva fecha para el reinicio de vuelos comerciales internacionales, tras siete meses paralizados y en medio de una creciente ola de contagios de Covid-19. El Ministerio de Transporte inició este martes las labores para que las aerolíneas retomen sus operaciones entre jueves y viernes de semana, informa la agencia Télam, aún cuando este lunes se publicó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el que se extiende la suspensión del servicio público de transporte internacional y la entrada de extranjeros.
El país sudamericano es el único en el mundo en sumar siete meses con el espacio aéreo cerrado -según datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en siglas en inglés)- y también es el único en la región, junto con Venezuela, en donde las aerolíneas no han podido retomar sus operaciones.
La fecha de reapertura había sido fijada para inicios de octubre y luego para el 12 de este mes, pero según el ministro de Transporte, Mario Meoni, será este viernes. "El retorno será a partir de la publicación de la respectiva resolución, lo que se estará concretando este jueves o a más tardar el viernes", dijo. Las principales aerolíneas del país ya habían reprogramado sus vuelos regulares para el 19 de octubre, según una publicación de Infobae.
El reinicio de las operaciones, sin embargo, no será total ni estará disponible para todos. Solo podrán volar quienes tengan permisos vigentes para circular por razones laborales, médicas o de reunificación familiar. Los viajes para realizar turismo no estarán habilitados.
En entrevista con AméricaEconomía, Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de la IATA, reiteró su preocupación por las constantes prórrogas que ha hecho Argentina a la reapertura del espacio aéreo. “Es esencial que Argentina siga el ejemplo de otros países y permita que la aviación comercial se reanude lo antes posible”, dijo.
Cerdá recordó que las fechas de reinicio anunciadas previamente no se concretaron y espera que la nueva se mantenga. “Es muy importante contar con la certeza de una fecha para que nuestros miembros se puedan planificar para este reinicio”, señaló.
Argentina ha estado realizando vuelos humanitarios a través de la compañía estatal Aerolíneas Argentina, pero ninguna otra aerolínea había podido volar desde marzo cuando se tomaron las medidas de confinamiento para contener el avance de la pandemia, hasta la semana pasada cuando la low cost JetSMART recibió autorización para realizar cuatro vuelos especiales entre Chile y Argentina.
“Los vuelos de carga, humanitarios y especiales no son suficientes para la movilidad de las personas, el turismo y el comercio; no se generan suficientes ingresos para cubrir los costos que tienen las compañías”, destacó el vocero de IATA para la región.
La IATA estima que los ingresos generados en el mercado aéreo argentino disminuirán en unos US$3.490 millones respecto al 2019, lo que equivale a una reducción del 69%. Por ello, insiste Cerdá, es necesario que el país sea competitivo en cuanto a regulaciones y costos, y que el transporte aéreo sea considerado como un socio estratégico para la reactivación económica.
La desconexión de Argentina. La demora en el reinicio de la actividad aérea en Argentina solo ha empeorado un escenario que ya venía siendo complejo para la industria en ese país, cuya crisis económica se ha agudizado por la pandemia. La nación ha estado perdiendo conectividad con la salida de importantes aerolíneas, y eso ha provocado la destrucción de fuentes de empleos (la IATA estima que al menos 21.000 puestos de trabajo directos están amenazados).
“Argentina ya está seriamente afectada en términos de conectividad”, advierte Ricardo Delpiano, analista de Aviación y director de Aero-Naves. El experto se refiere a que solo en 2020, el país ha perdido a seis operadores: Flyest, Norwegian Air Argentina, Air New Zealand, Emirates, LATAM Argentina y Qatar Airways.
Como resultado de esta salida, Argentina verá afectada la conectividad internacional, especialmente la que unía a Buenos Aires con Oceanía y el Medio Oriente. Además, LATAM suspendió varias rutas que conectaban Lima, Sao Paulo y Santiago con algunas provincias argentinas.
“Argentina es un gran país con un potencial económico y turístico muy significativo que hoy está comprometido”, explica Delpiano, quien cree que ese potencial se verá eclipsado por su vecino del norte, Brasil. “Importantes líneas aéreas de la región tienen en Brasil centros de conexiones o bases operacionales como LATAM, GOL y Azul, además de que muchas líneas aéreas de otras regiones del mundo tienen a Sao Paulo como principal destino en Sudamérica”, comenta.
Futuro complejo. ¿Cuánto pueden resistir las aerolíneas que operan en Argentina? Es una interrogante que preocupa a la industria. Las compañías aéreas estaban siendo afectadas con una situación económica adversa por el tipo de cambio desfavorable y a ello se suma el impacto de la pandemia y el reciente impuesto del 35% a los tickets aéreos internacionales a partir de las nuevas restricciones que estableció en septiembre el Banco Central de Argentina.
“La situación financiera de las compañías es preocupante, especialmente aquellos pequeños operadores que no tienen grandes fondos como si los tiene JetSMART o no cuentan con el respaldo del Estado, como del que goza Aerolíneas Argentinas”, detalla Delpiano. El analista expone como los más preocupantes los casos de Flybondi y Andes, especialmente esta última que en varias oportunidades (antes de la pandemia) tuvo que suspender operaciones por su situación financiera.
“Andes Líneas Aéreas es la compañía que cuenta con la situación más precaria y en las condiciones actuales tiene comprometida su continuidad”, reflexiona. En el caso de Flybondi, la compañía ha estado devolviendo aviones para ajustar su oferta mientras espera la reactivación.
Según la IATA, no será sino hasta 2023 cuando los mercados nacionales vuelvan a ver un nivel de tráfico como el que tenían antes de Covid-19. A nivel internacional esa recuperación está proyectada para 2024; un largo camino por recorrer.
Eventuales operaciones. Luego de que el ministro de Transporte, Mario Meoni, anticipara la semana pasada que las operaciones se estarían reactivando a mediados de octubre, varias compañías aéreas comenzaron a reprogramar sus vuelos a partir del 19 de octubre, como es el caso de Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart.
El reinicio de las operaciones estará centralizada en una primera etapa, en el Aeropuerto de Ezeiza para Aerolíneas Argentinas, Austral, Andes y American Jet, mientras que para las de bajo costo Flybondi y JetSMART, estará dispuesto el aeropuerto de El Palomar.
Para cubrir rutas internacionales, las aerolíneas Gol, Azul, Sky Airlines, JetSmart Chile, Latam y sus filiales de Brasil y Perú, Avianca, Aeroméxico, Copa, United, American Airlines, Delta, Iberia, Air Europa, British Airways, Level, Lufthansa y Edelweiss, ya han anticipado que mantendrán sus operaciones con Argentina.