La decisión tomada, en momentos en que la industria procesadora de granos opera con una ociosidad cercana al 30% de su capacidad, se suma a otras medidas reclamadas por el sector agrícola, como un recorte a los impuestos a los embarques de los derivados de la soja.
Buenos Aires. El nuevo Gobierno de Argentina flexibilizó este lunes el proceso de importación de soja para su procesamiento y posterior exportación, una medida con la que busca impulsar la molienda y las ventas externas del principal proveedor mundial de aceite y harina de la oleaginosa.
La decisión del flamante presidente Mauricio Macri, en momentos en que la industria procesadora de granos opera con una ociosidad cercana al 30% de su capacidad, se suma a otras medidas reclamadas por el sector, como un recorte a los impuestos a los embarques de los derivados de la soja.
"Cuando el producto resultante a exportar sea aceite de soja, harina o pellets de soja, no se requerirá la inscripción en el 'Registro de Operadores de Soja Autorizados' (ROSA)" para la importación de la oleaginosa, señaló la resolución conjunta de los ministerios de Hacienda y Finanzas y de Producción.
En la práctica, el ROSA operaba como un límite a la importación de la soja proveniente de vecinos como Brasil, Paraguay y Bolivia, productores relevantes a nivel global.
"La mayor parte de las empresas no era considerada confiable impositivamente por la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) y eso les impedía ser inscriptas en el registro ROSA y así no accedían a la admisión temporaria", dijo una fuente del sector agroexportador bajo condición de anonimato.
La gestión de la ex presidenta de centroizquierda Cristina Fernández, que dejó el poder en 2015, tuvo fuertes choques con las empresas del sector en los últimos años, principalmente con acusaciones de evasión de impuestos por montos millonarios.
Gigantes agroexportadores a nivel mundial como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus poseen plantas de molienda y puertos de exportación propios en el polo de Rosario.
"Esto podría allanar la importación temporaria de soja de Paraguay o de países vecinos para poder mantener las plantas industriales del gran Rosario (polo agroexportador) en funcionamiento durante los meses de enero y febrero, que es cuando se quedan sin suministros", añadió la fuente.
Los agricultores locales están cerca de finalizar la siembra de la soja 2015/16, cuya producción sería de 55 millones de toneladas, según la Bolsa de Comercio de Rosario.
La nueva medida apunta a "impulsar la actividad agroindustrial y la generación de valor agregado en el Territorio Nacional, así como la plena ocupación de la capacidad industrial instalada", explicó el Gobierno en la resolución, publicada el lunes en el Boletín Oficial.