La entidad estadounidense quedó en el medio de una dura disputa judicial entre Argentina y fondos que reclaman deuda impaga, ya que la orden de la semana pasada del juez de Nueva York Thomas Griesa fuerza a Citigroup a infringir normas del país austral.
Buenos Aires. Argentina no está dispuesta a permitir que Citigroup salga de su negocio de custodia de títulos del país, tras una reciente orden judicial que le impide procesar pagos de bonos y que podría llevarlo a perder su licencia para operar localmente, dijo este miércoles una fuente oficial.
La entidad estadounidense quedó en el medio de una dura disputa judicial entre Argentina y fondos que reclaman deuda impaga, ya que la orden de la semana pasada del juez de Nueva York Thomas Griesa fuerza a Citigroup a infringir normas del país austral.
"Ni locos" dejaremos a Citibank salir del negocio, dijo a Reuters una fuente del Gobierno argentino que participa de las conversaciones sobre el tema.
Este mismo miércoles vence el plazo de 48 horas que Argentina le dio a Citibank Argentina para que responda si procesará o no los pagos de deuda que vencen el 31 de marzo.
El país no pudo cumplir con el pago de parte de su deuda a mitad del 2014 por la decisión de Griesa, lo que agigantó la batalla legal.
Griesa interviene en una extensa disputa entre Argentina y acreedores de deuda que dejó de pagarse en medio de un gigantesco default de unos US$100.000 millones en el 2002, que llevó al Gobierno argentino a abrir canjes en 2005 y 2010 con la aceptación de un 93% de los tenedores de esos bonos.
A los fondos litigantes que tienen al menos una parte del restante 7 por ciento se los conoce como "holdouts" o "fondos buitres".
Citigroup pidió nuevamente a Griesa el lunes que no aplicara la orden que le impide procesar los pagos de bonos de deuda reestructurada argentina y que permita la realización de una reunión urgente en el tribunal para discutir la situación.
El juez consideró que permitir los pagos del próximo vencimiento de deuda argentina violaría una cláusula de igualdad de trato frente a otros acreedores, por lo que mantuvo una decisión del 28 de julio que impidió a Citigroup hacer pagos.
Previamente Griesa había permitido tres veces a Citigroup procesar operaciones, hasta la decisión de fondo que tomó el jueves último.