La Secretaría de Comercio Interior ordenó este lunes a dichas petroleras que el precio que deben cobrar por litro de JP1 no deberá superar en 2,7% al de la nafta súper que se comercializa en la estación de servicio de bandera más cercana al aeropuerto en el que se realice la carga.
La Secretaría de Comercio Interior ordenó este lunes a las petroleras YPF, Shell y Esso que el precio que deben cobrar por litro de JP1 -el combustible que utilizan las aeronaves- no deberá superar en 2,7% al de la nafta súper que se comercializa en la estación de servicio de bandera más cercana al aeropuerto en el que se realice la carga.
La resolución sostiene que "será de aplicación para las empresas titulares de aeronaves que ejerzan la actividad aerocomercial de pasajeros o la actividad aerocomercial de pasajeros y carga, y que se encuentren inscriptas en el Registro Nacional de Aeronaves de la República Argentina", por lo que una de las beneficiadas será la empresa de bandera Aerolíneas Argentinas.
El artículo 1 enfatiza además, que "las firmas petroleras deberán mantener la modalidad logística actual de entrega de combustible en sus cantidades normales y habituales".
La medida fue tomada por la secretaría que conduce Guillermo Moreno a partir de una recomendación que hizo en tal sentido la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), a raíz de una denuncia presentada el 9 de febrero pasado por Aerolíneas Argentinas y Austral por el precio que debían abonar por el combustible.
Al argumentar la decisión, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia señaló la existencia de una ganancia "extraordinaria" de parte de las petroleras con el cobro del producto debido a que a nivel local era en promedio un 47% mayor que el precio de la nafta súper, cuando en Estados Unidos la diferencia entre una y otra no superá al 2,7%.
Comercio Interior precisó que, por ejemplo, "el precio pagado por Aerolíneas a YPF durante el mes de diciembre de 2011 por un litro de aerokerosene libre de impuestos en el Aeropuerto Jorge Newbery, fue de $3,6719 (US$0,84), mientras que por un litro de nafta súper libre de impuestos en el mismo período y en la estación de servicio de la misma bandera más cercana al mencionado aeropuerto fue de $2,761 (US$0,63)".
Esta diferencia de 33% "no podría estar explicada en su totalidad por los costos logísticos, lo que llevaría a presumir que estaríamos ante una ganancia extraordinaria", señaló la dependencia oficial en la resolución 17/2012.
Además indicó que de seguir cobrando las petroleras esa ganancia extraordinaria "implicaría un escenario de abuso de posición dominante en el mercado de combustibles que generaría un importante perjuicio para las firmas de transporte aerocomercial y para el Estado".
La CNDC consideró necesario efectuar comparaciones internacionales para justificar la medida.
"Las proporciones que se obtienen al producir un litro de nafta súper y un litro de aerokerosene en los Estados Unidos, deben ser las mismas que las que surgen produciendo esos mismos bienes en nuestro país a partir del mismo tipo de crudo", entre otra semajanzas con el mercado del norte, sostiene la medida en sus considerandos.
La resolución alertó que, de no tomar medidas al respecto, "no sólo se verían afectadas las empresas de transporte aerocomercial nacionales, sino que dicho daño se trasladaría también a los usuarios de las mismas".
Al mismo tiempo, estimó "conveniente poner en práctica un esquema de monitoreo de precios que deberá ser instrumentado y llevado a cabo por la CNDC".
El 9 de marzo pasado, por instrucción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, presentó la denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
La CNDC es un organismo desconcentrado que funciona dentro de la órbita de la Secretaría de Comercio Interior del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
En la presentación, Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas denunciaron que con este tipo de política YPF, Shell y Esso "estarían distorsionando los precios a los cuales proveen" el JP1 y que la situación "implicaría un escenario de abuso de posición dominante en el mercado de combustibles que generaría un importante perjuicio para las firmas de transporte aerocomercial y para el Estadom nacional" conforme la asistencia financiera que realiza a ambas empresas aerocomerciales.
En el mercado local la principal proveedora de JP1 es YPF, con alrededor del 80% del volumen total comercializado.
Al momento de la denuncia, en YPF señalaron que el JP1 es en la Argentina el más barato de la región y que Aerolíneas paga menos que el resto de las compañías aéreas por un acuerdo comercial con la empresa.
Al momento de realizar la presentación, Recalde detalló que Aerolíneas gasta US$500 millones anuales en combustible, lo que explican en entre el 30% y el 40% del costo total de la compañía.