A partir de enero de este año, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica que incluye, de manera obligatoria, airbags, apoyacabezas en los asientos traseros y ABS (sistema antibloqueo de ruedas) en todos los automóviles fabricados e importados en el país.
Buenos Aires. Cuando se sube a un auto, ¿se coloca el cinturón de seguridad? Responder “sí” o “no” a esta pregunta puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
El cinturón de seguridad es uno de los aspectos del automóvil que más vidas salva, tanto del conductor como de los pasajeros, según los expertos, pero Latinoamérica aún está rezagada en éste y otros aspectos de la seguridad vehicular, que no son parte estándar de los carros que se producen en la región.
Con esta idea, Argentina, además de enfocarse en la concientización de la población con el uso del cinturón de seguridad -que se ha incrementado en un 43% según los últimos cálculos nacionales- apunta ahora a tener más autos con sistemas de seguridad fundamentales para salvar vidas a la hora de accidentes.
A partir de enero de este año, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica que incluye, de manera obligatoria, airbags, apoyacabezas en los asientos traseros y ABS (sistema antibloqueo de ruedas) en todos los automóviles fabricados e importados en el país.
Luego, a partir de enero de 2015, todos los nuevos modelos de autos argentinos tendrán un sistema acústico y visual para alertar cuando el cinturón de seguridad no esté en uso. Según estudios, el uso del cinturón reduce la probabilidad de muerte en casi un 50% para conductores y pasajeros de los asientos delanteros y protege en un 75% a aquellos en los asientos trasero.
El objetivo: dejar definitivamente atrás las épocas cuando los accidentes de autos se cobraban en el país un promedio de 5.700 vidas y unas 95.000 personas resultaban severamente lesionadas al año.
La seguridad dentro de los vehículos es también uno de los cinco pilares del Plan Mundial de la Década de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 de las Naciones Unidas que busca salvar 325.000 vidas solo en América Latina y el Caribe.
"La seguridad vial implica una responsabilidad compartida y requiere la acción concertada de múltiples partes interesadas. El sector privado, en particular los fabricantes de automóviles, tienen un papel clave que desempeñar”, explica Verónica Raffo, especialista en transporte del Banco Mundial.