El "barril criollo", que han utilizado gobiernos anteriores para mantener a la industria aislada de los vaivenes de los precios internacionales, se dispondrá en momentos en que la demanda de petróleo cayó por el parate de la economía mundial.
Buenos Aires. Argentina planea publicar en los próximos días un decreto que dispondrá de un precio más alto del barril de petróleo local para ayudar a proteger la industria nacional, duramente afectada por la pandemia de coronavirus y la caída de los precios mundiales, dijeron a Reuters dos fuentes del sector.
El "barril criollo", que han utilizado gobiernos anteriores para mantener a la industria aislada de los vaivenes de los precios internacionales, se dispondrá en momentos en que la demanda de petróleo cayó por el parate de la economía mundial y el aislamiento obligatorio dispuesto en el país desde el 20 de marzo.
En Argentina, como en otros países durante la pandemia, el parate económico redujo drásticamente la demanda de combustible. Las refinerías no están comprando todo el crudo que se está produciendo y el espacio de almacenamiento se está agotando, lo que resulta en más presión sobre los precios.
Una de las fuentes, un ejecutivo de una petrolera con conocimiento de los planes del Gobierno, dijo que el anuncio sobre el "barril criollo" probablemente sería lanzado la próxima semana para ayudar a "ponerle un piso a la caída tan pronunciada" del precio del crudo. Agregó que el decreto oficial aún no está terminado.
Los precios del crudo cayeron en los últimos días a los niveles más bajos en dos décadas, mientras que los futuros del petróleo en Estados Unidos se hundieron a terreno negativo, dando un fuerte golpe a los productores mundiales, principalmente a los que desarrollan hidrocarburos no convencionales, que tienen mayores costos.
Argentina tiene sus esperanzas puestas en la promisoria formación de Vaca Muerta, considerada la segunda reserva del mundo de gas no convencional y la cuarta de petróleo.
"Es indispensable un barril criollo y sostener el precio en el surtidor. De lo contrario (las refinadoras) compran crudo a US$20 y lo venden en surtidor a 50, que es a lo que está hoy", dijo la otra fuente que pertenece a una petrolera internacional con actividad en el país.
Ambas fuentes pidieron no ser identificadas porque los detalles de los planes están todavía en discusión.
La industria no convencional necesita de un valor de al menos US$50 para ser viable, según cálculos de José Luis Sureda, exsecretario de recursos hidrocarburíferos del país.
El Ministerio de producción de Argentina, del que depende la Secretaría de Energía, no respondió a las solicitudes de comentarios.
"En este período de crisis hay mucho diálogo con las petroleras, la refinerías, los sindicatos y los gobiernos provinciales para establecer algún esquema que permita sostener aunque sea en un bajo nivel la producción y el empleo del sector", dijo esta semana el ministro de Producción, Matías Kulfas, en una entrevista con el canal Todo Noticias.
Ya en marzo, el Gobierno del presidente Alberto Fernández buscó proteger la producción local al ordenar la aplicación de licencias no automáticas para la importación de petróleo y gasolina para controlar su ingreso al país ante la caída del precio internacional del barril.
Actividad en Vaca Muerta. La pandemia ha golpeado a los productores en Vaca Muerta, que era vista como una fuente potencial de importantes ingresos por exportaciones para el país, que busca salir de una fuerte recesión y reestructurar US$83.000 millones en deuda que dice que no puede pagar.
"Las empresas de todo el mundo están recortando presupuestos", dijo a Reuters un ejecutivo de una empresa energética de Estados Unidos.
"Vaca Muerta no tenía un costo competitivo respecto a la 'cuenca del Permian' u otro lugar de Estados Unidos ya de antes de que el mercado se derrumbara, entonces, ¿por qué alguien gastaría un centavo en Vaca Muerta ahora?", se preguntó el ejecutivo.
Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas de Río Negro, Neuquén y La Pampa, dijo a Reuters que la mayoría de los trabajadores han sido enviados a casa y la producción ha caído abruptamente en abril.
Su sindicato, que nuclea a 25.000 trabajadores, firmará el jueves un acuerdo con las compañías petroleras para garantizar que los 20.500 empleados suspendidos reciban al menos el 60% de sus salarios en abril y mayo, explicó.
"La pandemia nos llevó a que se paralizara la economía, aviones y vehículos que dejaron de funcionar, fábricas que cerraron y cayó la demanda. Las refinerías empezaron a 'estockear' sus productos. Los oleoductos no pueden bombear más porque no hay donde meter el petróleo", describió el sindicalista.
"Vaca muerta está más muerta que nunca", sentenció.