En 2012, Argentina volcaría alrededor de 4% más de combustibles en el mercado, principalmente por la incorporación de tecnologías para incrementar la capacidad de conversión de combustibles y a una pequeña ampliación de plantas que operan al límite de su capacidad.
Buenos Aires. El gobierno argentino busca satisfacer el explosivo crecimiento de la demanda de combustibles con un incremento de la producción local tras años de estancamiento, pero los precios regulados y la falta de inversiones hacen inevitable el aumento de las importaciones.
En 2012, Argentina volcaría alrededor de un 4% más de combustibles en el mercado principalmente gracias a la incorporación de tecnologías para incrementar la capacidad de conversión de combustibles y a una pequeña ampliación de plantas, que operan al límite de su capacidad.
Con el plan oficial "Refino Plus", que busca impulsar la producción de combustibles a través incentivos para las firmas que inviertan en el sector, la producción de diésel aumentará 360.650 metros cúbicos el año próximo, dijo recientemente el secretario de Energía, Daniel Cameron.
El funcionario señaló también que la producción de gasolinas crecerá 377.500 metros cúbicos, con el sector de refinación recibiendo inversiones de unos US$294 millones el año que viene.
La producción de diésel fue de alrededor de 13 millones de metros cúbicos en el 2010, mientras que la producción de gasolinas estuvo cerca de los 6 millones de metros cúbicos, según datos del privado Instituto Argentino del Petróleo y del Gas.
Demanda en alza. Las autoridades están corriendo contrarreloj para aumentar la oferta de combustibles en un país donde la producción de petróleo cae y las importaciones energéticas se han multiplicado para sostener el crecimiento industrial.
Analistas aseguran que este año Argentina tendrá por primera vez una balanza energética negativa y temen que el sector colapse ante la falta de inversiones. Actores de la industria afirman que el sistema de precios regulados es lo que ha desestimulado la inversión petrolera en los últimos años.
"Con los precios de refinación que hay hoy, que han sido recuperados claramente pero no alcanzan todavía para justificar un retorno de inversión de una refinería nueva", dijo a Reuters Eduardo Fernández, un consultor especialista en hidrocarburos.
Este año Argentina debió importar gasolina, algo que prácticamente no había ocurrido en la última década, en la que perdió el autoabastecimiento energético.
"Aunque haya más combustible, la demanda está creciendo desmedidamente y eso hay que frenarlo, porque no tiene sustento en la capacidad energética Argentina. Se está sosteniendo con subsidios y en algún momento el sistema se va a agotar", dijo una fuente del sector bajo condición de anonimato.
Refino Plus incluye proyectos de YPF, filial local de la española Repsol YPF, Refinor, cuyos accionistas son la filial local de la estatal brasileña Petrobras, YPF y la argentina Pluspetrol, y otras empresas que operan refinerías de menor capacidad.
Las mayores importaciones de energía están contribuyendo a erosionar el superávit comercial argentino. Sólo en julio el país importó combustibles y lubricantes por US$1.307 millones, 102% más que en el mismo mes del 2010.
Inversiones.
YPF, que refina más de la mitad del crudo que se procesa en el país, realizará las mayores inversiones, al incrementar la capacidad de refinación de una de sus tres refinerías y aumentar la capacidad de conversión de combustibles en otra.
"En (la refinería de) Mendoza, en Luján de Cuyo -que tiene una capacidad de 16.800 metros cúbicos por día-, el reemplazo de los hornos por el nuevo equipo permite incrementar el procesamiento de carga en 400 metros cúbicos día", dijo a Reuters un vocero de YPF.
"Este incremento será viable a partir del 2012 luego de que finalice la obra del oleoducto", agregó.
En tanto, en la refinería de La Plata, con una capacidad de procesamiento de 30.000 metros cúbicos por día, las obras permitirán producir un mayor volumen de combustibles.
Hasta 2014, las inversiones de la empresa llegarán a US$1.533,9 millones, sumando el capital destinado a mejorar la calidad de los combustibles.
La refinería de petróleo y gas Refinor, que tiene una capacidad de 4.150 metros cúbicos por día, también tiene previsto incorporar tecnología para aumentar la cantidad de combustible, aunque la empresa no precisó la magnitud del incremento.
"Se va a aumentar el octanaje de las naftas de bajo octanaje que no se pueden vender en el mercado. Esto aumenta la calidad y la cantidad y nos va a permitir más naftas para el mercado interno", dijo a Reuters Matías Paz Cossio, gerente de Asuntos Legales e Institucionales de Refinor.
En tanto, la firma local Petrolera Argentina, a partir del primer trimestre de 2012 volcará 440.000 metros cúbicos de gasolinas por año en el mercado local, mientras que actualmente toda su producción -nafta virgen- va al mercado externo.
También aumentará la capacidad de procesamiento de crudo en su planta ubicada en la provincia de Neuquén. Ambos proyectos demandarán una inversión de US$135 millones.
"Ahora tenemos una capacidad de 900 metros cúbicos de crudo por día y pasamos a 1.400 metros cúbicos por día de capacidad", dijo a Reuters Paulo Carozzi, quien está a cargo de la Dirección Industrial de la firma.
Fuentes del mercado señalaron que Shell y Petrobras no tienen planes de ampliar su capacidad de refinación en el corto plazo, mientras que Pan American Energy (PAE), que pertenece indirectamente a la familia argentina Bulgheroni y a la firma china CNOOC, estaría analizando ampliar la planta que compró este año a la petrolera estadounidense Exxon Mobil.
Shell se negó a hacer declaraciones mientras que no había nadie disponible en PAE y Petrobras para hacer comentarios sobre el tema.
