El Gobierno argentino desembolsó este mes un total de US$1.740.000 correspondientes a la energía paraguaya de Yacyretá cedida en 2015. Con este monto, el país vecino cancela su cuenta vencida el año pasado, pero queda pendiente la deuda acumulada en 2016.
Un informe del Ministerio de Hacienda indica que el 5 de este mes, el Gobierno argentino transfirió al Tesoro US$1.100.000, mientras que el 21 del mismo mes depositó US$ 640.000; suma con la cual totalizaron US$1.740.000 en concepto de compensación por la energía correspondiente al Paraguay en Yacyretá y que fue cedida al sistema eléctrico argentino.
Con este monto, el país vecino prácticamente cancela su cuenta correspondiente al año pasado y deja pendiente de pagos todo lo que consumió en 2016.
Extraoficialmente, se sabe que el precio de la energía paraguaya o la compensación que nos paga Argentina por cada MWh ronda los US$ 10. Sin embargo, debemos recordar que los valores y métodos de cálculo del Anexo C del Tratado de Yacyretá fueron alterados por una de la Notas Reversales del 9 de enero de 1992. Este instrumento, pese a que fue rechazado por el Legislativo nacional, sigue vigente, en las partes que les conviene a nuestros socios.
Cuando asumió Mauricio Macri el gobierno de Argentina, en diciembre de 2015, la deuda total con nuestro país ascendía a unos US$127 millones, que se desglosaba del modo siguiente: US$62 millones por el ejercicio 2014 y US$65 millones por el 2015.
Antes de finalizar el año, habían remesado a Hacienda US$38 millones, quedando pendientes US$24 millones, que cancelaron en mayo de este año.
De la energía producida por la represa de Yacyretá, un 50% le corresponde, por derecho, a la Argentina y el otro 50% al Paraguay, pero si un país utiliza más que el otro, debe pagar la compensación por la energía que utiliza de más.
Los continuos atrasos del Gobierno argentino hicieron que el canciller paraguayo Eladio Loizaga hiciera un reclamo vehemente, señalando incluso que no había voluntad de cumplir lo pactado ni llegar a un acuerdo en las actuales negociaciones referentes al Anexo C.
Negociación indefinida. Entretanto, las negociaciones con relación a la situación económica y financiera de la EBY siguen sin definición. El 27 de marzo de 2014 caducó el plazo de 40 años que establece el numeral IX del Anexo C para la revisión por ambas altas partes contratantes de las Bases Financieras y de Prestación de los Servicios de Electricidad.
La cláusula de revisión del Anexo C del Tratado de Yacyretá establece que las deudas contraídas para la construcción del aprovechamiento serán tenidas en cuenta en relación con la energía contratada por ambos países.
Pero el grado de amortización de las deudas que contrajo la EBY, así como los números de sus ingresos genuinos siguen ocultos. El mes pasado, el director paraguayo de la binacional, Ángel María Recalde, desde una cuestionada perspectiva contable, recordó la situación actual de la entidad, cuya deuda aumenta casi a US$1.000 millones cada año.
Entre los puntos pendientes de arreglo con Argentina figura también la compensación que se debe abonar al Paraguay por territorio inundado, así como la definición de la tarifa de la energía comercializada por la EBY.
Ciclo con una mayor producción. La semana pasada, la central hidroeléctrica de Yacyretá superó su propia marca con 20.880.827 MWh, dejando atrás su anterior récord de 20.866.302 MWh, que registró en el 2011. Según el reporte técnico, la buena producción se debe no solo al elevado caudal afluente (promedio anual 17.000 m3/s), sino también a la alta disponibilidad de unidades y a la operación de nueve de ellas con su potencia nominal de 155,25 MW. Sin embargo, al igual que Brasil en Itaipú, durante los más de 22 años de generación, el principal beneficiado fue el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), que en promedio retiró cerca del 90% de la producción, relegando el sistema nacional a la modesta franja del 10%.