La actividad apunta a demostrar las ventajas del sistema productivo argentino, mediante el uso integral de los insumos más adecuados a las diferentes regiones en Argentina.
Buenos Aires. El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Carlos Casamiquela, firmó un convenio para desarrollar ensayos en Sudáfrica, donde el organismo argentino comenzará a trabajar antes de fin de mes en cuatro campos experimentales.
La actividad apunta a "demostrar las ventajas del sistema productivo argentino, mediante el uso integral de los insumos más adecuados a las diferentes regiones", indicó un comunicado.
La iniciativa se enmarca en un convenio de cooperación técnica refrendado por Casamiquela con los presidentes de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, José María Alustiza; de la Fundación Cideter (unidad técnica del conglomerado productivo de maquinaria agrícola y agropartes), Carlos Formía; y con Neels Ferreira, representante de la cooperativa sudafricana Grain S.A.
Se suscribió asimismo un memorando de entendimiento entre el INTA y el South African Business Centre, para fortalecer el posicionamiento internacional del sector argentino de maquinaría agrícola y componentes agroindustriales.
”Estamos formalizando un proyecto de investigación y comercialización hacia el futuro”, expresó Casamiquela, al referirse a los acuerdos firmados en la localidad cordobesa de Marcos Juárez, durante la segunda jornada de Agro Show Room 2011.
El funcionario destacó que el INTA "recuperó un lugar protagónico en el proceso de desarrollo del país, de tal forma que la ciencia y la tecnología rindan el soporte necesario para dar solvencia a nuestra industria”.
El especialista Mario Bragachini, coordinador de Agricultura de Precisión del INTA, dijo a su vez que “para seguir avanzando en la participación del mercado es necesario internacionalizar las empresas, un proceso complejo y de nunca acabar”.
Bragachini explicó que la iniciativa del INTA busca alcanzar una "competitividad global", con productos innovadores para diferentes condiciones y exigencias.
Se trata, dijo, de contar con máquinas seguras para el operario, que no contaminen el ambiente y funcionen en línea con las normas de seguridad operativa y de tránsito, así como proveer repuestos en tiempo y forma, buena asistencia técnica y, por supuesto, precios competitivos.
En este sentido, agregó Bragachini, la Argentina cuenta con el know-how del conocimiento agronómico que ofrece el INTA, “que conjuga en una sola institución la investigación y la extensión”.
Ferreira, a su vez, confió en que apoyo del INTA en Sudáfrica permita “dedicar mayores esfuerzos de investigación en agricultura intensiva para poder producir más con menos”.
El proyecto prevé capacitaciones profesionales, jornadas demostrativas de actualización técnica en los mismos campos experimentales y, a futuro, expandir la propuesta hacia otros países del continente africano.