Los productores culpan al contrabando por la sobreoferta del arroz en el mercado interno y piden apoyo del gobierno central para paliar el desequilibrio.
Santa Cruz. Las pérdidas económicas en el sector arrocero bordean los US$64,4 millones por los bajos precios registrados en el último año.
Los productores culpan al contrabando por la sobreoferta del arroz en el mercado interno y piden apoyo del gobierno central para paliar el desequilibrio.
El presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Gonzalo Vásquez, reveló que en Santa Cruz existen alrededor de 40 mil productores distribuidos en diferentes provincias del norte y este de esa región, la mayoría de ellos pequeños trabajadores, quienes se vieron afectados por las pérdidas económicas.
En otros casos, dijo, los agricultores se han quedado sin dinero para volver a sembrar.
El inicio de la nueva cosecha de arroz está prevista para la primera quincena de marzo.
El sector arrocero augura un buen rendimiento por el clima favorable que viene acompañando a las plantaciones.
Vásquez explicó que el sector invierte alrededor de US$55 en el cultivo de una fanega de arroz de 200 kilos y actualmente se la están vendiendo en el mercado a un promedio de US$30, generando una pérdida económica de US$25.
“Esto será insostenible en el corto tiempo, porque nadie trabaja para perder”, aseguró el dirigente.
En el departamento de Santa Cruz se cultivan anualmente alrededor de 133 mil hectáreas de arroz, generando una producción de aproximadamente 460 mil toneladas que equivalen a unas 2,58 millones de fanegas.
“No tendremos dinero para sembrar en la próxima campaña porque las pérdidas son elevadas”, señaló Vásquez.
El representante de los arroceros informó que los costos de producción alcanzan a US$141,68 millones por campaña.
“Actualmente estamos percibiendo por las ventas del producto US$77,28 millones, generando un desequilibrio o pérdida de US$64,4 millones”, manifestó el productor.
Días atrás, el gobierno autorizó la exportación de un poco más de 25 mil toneladas (t) de arroz. La medida podría oxigenar el mercado interno que se encuentra saturado por el producto.
“Actualmente contamos con un stock de 54 mil t almacenadas en los diferentes ingenios arroceros”, afirmó.
El consumo del mercado nacional alcanza a 370 mil t, mientras que la producción llega a 460 mil t. A esto se suma el ingreso de arroz por la vía del contrabando que abarata los precios. Los arroceros acusan al Ejecutivo de falta de control.
Vásquez adelantó que la actual coyuntura que se vive con los precios del arroz podría desincentivar a los trabajadores del agro, quienes pueden cambiar de rubro generando un desabastecimiento en el mercado local como sucedió en 2010.
Yapacaní cuenta con 45 mil h de cultivo. El presidente de la Federación Sindical de Comunidades Interculturales y Productores Agropecuarios de Yapacaní, Cirilo Sonabi, dijo que los arroceros de la zona están al borde de la quiebra porque no tienen con qué cumplir los compromisos financieros adquiridos para la inversión.
Según Sonabi, en Yapacaní existen alrededor de 4.000 productores y la superficie cultivada bordea las 45 mil hectáreas.
“Esta situación es de conocimiento del gobierno. Además, en reiteradas oportunidades se pidió políticas de Estado para mejorar el precio, pero hasta la fecha no tenemos ninguna respuesta”, precisó.
El dirigente denunció que Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) viene discriminando a los productores de la zona con la compra de arroz a precio de “gallina muerta”.
“Ellos han fijado un importe de US$30 por fanega para los que no trabajan con ellos”, aseveró Sonabi.
El dirigente cuestionó que la empresa estatal pague US$45 por fanega a los que forman parte de su red. "¿Cómo podemos llegar a formar parte de ellos, si apenas tienen capacidad para absorber al 20% de la producción en la zona?", se preguntó.
Además afirmó que en la zona se producen 871.578 fanegas de arroz, pero que no cuentan con silos para almacenar el excedente. “Estamos a la puerta de una nueva cosecha y los precios están bajos; esto es alarmante”, enfatizó.