Una nueva asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) discutirá el rol de la banca regional en la poscrisis y las oportunidades y desafíos que se presentan.
Punta del Este. Con la participación de más de 1.000 banqueros de alrededor de 45 países de América, Europa y Asia, se celebrará del 8 al 10 de noviembre en el hotel Conrad Resort & Casino de la ciudad de Punta del Este, en Uruguay, la Cuadragésima Cuarta Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos, Felaban, la mayor y más importante reunión de banqueros latinoamericanos del hemisferio.
Organizada por el Banco de la República Oriental del Uruguay la Asamblea reunirá a los banqueros y a los ejecutivos de finanzas para discutir temas que afectan directamente las economías y el desarrollo de Latinoamérica y de otras regiones del mundo, tales como los desafíos económicos y financieros que ha vivido el mundo en los últimos años, de los cuales no sólo la banca latinoamericana, sino también los países de la región salieron fortalecidos; el rol de Latinoamérica con la reanudación del crecimiento global y las perspectivas económicas en el plano mundial y regional.
También se incluirá lo que ha aprendido la región con la crisis y lo que puede enseñarle al mundo y el desempeño de la banca latina como factor decisivo en el crecimiento económico regional, entre otros temas.
“La banca latinoamericana se encuentra en una posición sólida, con fuentes de financiación propias y las puertas abiertas a los mercados financieros internacionales”, dice Ricardo Marino, presidente de Felaban.
Para Marino, “las economías emergentes soportaron la turbulencia financiera mejor de lo que cabía esperar a la luz de la experiencia y gozan de una mejor posición en el camino hacia la recuperación”.
Aumento de bancarización en la región. Según Felaban, entre los desafíos importantes que tiene la región está el de aumentar la bancarización.
La inclusión social implica que las familias latinoamericanas tengan acceso a los servicios bancarios. Actualmente, sólo un promedio del 36% de las familias latinoamericanas tienen acceso a estos servicios. En los Estados Unidos, por ejemplo, el promedio es del 91%.