Después de seis años de pérdidas, el fabricante de autos obtuvo una ganancia antes de impuestos en 2017, alimentando las especulaciones sobre una posible cotización en bolsa.

Londres. El fabricante británico de automóviles de lujo Aston Martin mantuvo los números negros en el primer trimestre de 2018, aunque las ganancias antes de impuestos cayeron debido a la debilidad del dólar y a las inversiones para el lanzamiento de una serie de modelos.

Después de seis años de pérdidas, el fabricante de autos favoritos de James Bond obtuvo una ganancia antes de impuestos en 2017, alimentando las especulaciones sobre una posible cotización en bolsa.

El jefe de Finanzas, Mark Wilson, reiteró este lunes que la decisión será asunto de sus accionistas, principalmente el fondo italiano de inversión privada Investindustrial y un grupo de inversores kuwaitíes.

"Continuamos analizando nuestras opciones y seguimos ejecutando el plan y eso brinda a nuestros accionistas la mayor cantidad de opciones disponibles", dijo a Reuters cuando se le preguntó acerca de una emisión, que previamente una fuente familiarizada con la operación dijo que valoraría la empresa en unos 4.000 millones de libras esterlinas (US$5.400 millones).

Las ganancias antes de impuestos cayeron un poco más de la mitad a 2,8 millones de libras (US$3,77 millones) en los primeros tres meses del año debido a la debilidad del dólar, ya que alrededor de un tercio de su demanda proviene de clientes que compran en dólares o una moneda vinculada.

En monedas constantes, las ganancias crecieron a 7,4 millones de libras (US$9,96 millones).

Aston Martin también aumentó la inversión en casi la mitad a 68 millones de libras (US$131 millones) antes del lanzamiento de una serie de nuevos modelos, ya que se sometió a un plan de cambio que hizo que las ventas cayeran un 20% a 963 vehículos en el trimestre.

Al igual que el resto del sector, la compañía impulsa planes para que los modelos híbridos y eléctricos cumplan con las normas de emisiones más estrictas y ante una eventual prohibición de la venta de nuevos automóviles de gasolina y diésel a partir de 2040 en Gran Bretaña.

El gobierno aún tiene que aclarar si eso incluirá vehículos híbridos, que comprenden tanto un motor de combustión convencional como propulsión eléctrica, lo que provocó que el jefe de Aston criticara a los ministros en Twitter a principios de este mes.

Cuando se le preguntó si la inclusión de híbridos en la prohibición sería un duro golpe y cambiaría el pensamiento futuro de la firma, Wilson dijo: "No lo haría de manera significativa".

"Siempre hemos dicho que pasamos de la gasolina al BEV (vehículo eléctrico de batería) con un solo paso en el camino hacia el híbrido, por lo que el híbrido siempre ha sido una tecnología de transición", añadió.