Operadores y analistas se muestran escépticos de que las reparaciones a las plantas de Abqaiq y Khurais vayan a ser rápidas, mientras que la falta de transparencia sobre los inventarios saudíes añade incertidumbre sobre si Riad podrá mantener a los mercados abastecidos.
Londres. La capacidad de Arabia Saudita de evitar una crisis en el suministro mundial de petróleo sólo quedará demostrada en las próximas semanas, ya que por ahora tiene crudo en sus almacenes para compensar la brecha y ocultar la escala del daño a sus instalaciones, dijeron analistas y operadores.
Riad dijo que la producción volverá a sus niveles normales en dos o tres semanas, lo que implica restaurar la extracción a cerca de 10 millones de barriles por día (bpd), después de los ataques contra dos complejos que usualmente procesan hasta 5,7 millones de bpd.
Mientras lleva adelante las reparaciones, el mayor exportador de crudo del mundo ha prometido mantener bien abastecido el mercado físico de petróleo gracias a sus inventarios dentro del reino y en el exterior, que se estima llegaban a unos 180 millones de barriles en julio.
Pero operadores y analistas se muestran escépticos de que las reparaciones a las plantas de Abqaiq y Khurais vayan a ser rápidas, mientras que la falta de transparencia sobre los inventarios saudíes añade incertidumbre sobre si Riad podrá mantener a los mercados abastecidos, sin interrupciones en los envíos.
"Buena parte de los barriles para octubre ya están en el agua así que el agujero recién podrá verse a fines de ese mes", dijo un operador de activos de crudo de Europa. "Ha habido mucha tensión en los mercados en torno a los papeleos para cerrar envíos, pero el problema físico vendrá después".
El momento preciso en que los envíos de crudo físico podrían empezar a estancarse o escasear dependerá del nivel de los inventarios saudíes y de por cuanto tiempo deberá el reino depender de ellos para garantizar que los clientes reciban todos los suministros que requieran.
La Joint Organisations Data Initiative (JODI, por sus siglas en inglés), un organismo que procesa datos del mercado de energía en base a cifras entregadas por sus miembros, como Riad, indicó que las existencias saudíes domésticas y en el exterior bajaron 8 millones de barriles en julio -el último número disponible- a 180 millones de barriles.
Pero un operador de crudo dijo que la precisión de las cifras de JODI "es una gran incógnita" y añadió que "el volumen total registrado en superficie parecería ser menor", una referencia a los cálculos de firmas que utilizan satélites para calcular los suministros almacenados.
El operador dijo que los movimientos de una filial de la estatal Saudi Aramco -la unidad de intermediación de crudo ATC- para comprar productos refinados incrementaba la incertidumbre en torno a las existencias saudíes.
"Se hablaba de inversiones de decenas de miles de millones de dólares en más de dos décadas para construir centros de almacenaje bajo tierra, que uno sospecha contienen enormes volúmenes de productos procesados. ¿Pero entonces por qué hemos visto que ATC compra grandes suministros de estos derivados?", cuestionó.