Mientras que el clima seco aviva los temores de incendios en las regiones costeras de Colombia, los agricultores en las zonas de gran altitud del país sudamericano están luchando contra las heladas que en las madrugadas destruyen los pastos y cultivos.
Sibaté. El agricultor Pedro Gómez miraba a través de hileras e hileras de su cultivo de papa el follaje marrón de las plantas marchitadas por las fuertes heladas después que perdieron su característico color verde.
"Son perdidas bastante significativas para los cultivadores de papa, para los campesinos que se ven beneficiados por estos cultivos, que es lo único que se puede hacer en los páramos" dijo Gómez quien aseguró que las heladas han sido las más fuertes en por lo menos ocho años.
Solo unas semanas antes, su cultivo ubicado en el departamento de Cundinamarca, en el centro de Colombia, estaba lleno de plantas saludables y verdes.
"Con las heladas, se puede dar cuenta, quedaron como si se hubiera aplicado un herbicida a la planta, completamente quemado", afirmó Gómez a principios de esta semana al asegurar que el fenómeno climatológico acabó con toda su inversión en la cosecha.
Mientras que el clima seco aviva los temores de incendios en las regiones costeras de Colombia, los agricultores en las zonas de gran altitud del país sudamericano están luchando contra las heladas que en las madrugadas destruyen los pastos y cultivos.
Las heladas son causadas por inversiones térmicas, incluido el enfriamiento rápido del suelo en noches despejadas, dijo Yolanda González, directora del gubernamental Instituto Colombiano de Meteorología (IDEAM).
"En este mes hemos tenido muchos días continuos con baja nubosidad, altas temperaturas y escasa precipitaciones que favorecen los descensos continuos", explicó.
La funcionaria afirmó que se han registrado bajas temperaturas en departamentos como Cundinamarca, Santander y Boyacá, en donde la temperatura ha descendido a menos cuatro grados centígrados bajo cero.
El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Lozano, dijo a Reuters el jueves que los períodos secos prolongados están relacionados con el cambio climático.
"Nosotros en el trópico tenemos esa gran consecuencia del calentamiento global que tiene que ver con incremento de esa intensidad, de largos periodos secos o de largos periodos húmedos", explicó.
En Boyacá, las heladas han afectado a los productores de leche cuyas vacas se alimentan de pasto arruinado por las bajas temperaturas.
"Entonces sale el sol, quema el pasto, nos quedamos sin pasto para los animales, empiezan aguantar hambre, la calidad y cantidad de la leche disminuyen", dijo la campesina Marta Galeano, de 57 años.
Galeano, quien trabaja con su esposo Carlos Salazar, de 59 años, aseguró que la producción de leche de sus 22 vacas se redujo en un 30% en lo que va del año debido a la caída en la calidad del pasto.
La menor producción de leche y la necesidad de complementar los alimentos de las vacas con maíz, aumentó los gastos, aseguró Galeano.
Ante el clima helado, la mujer hace lo que puede para calentar la maquinaria lechera y mantener el ganado cómodo.
"Nos toca", dijo soplando sobre los tubos de metal de la estación de ordeño y frotándolos entre sus manos. "Puro calor humano".