Ante la crisis financiera de los países desarrollados, la banca de Colombia aparece como un puerto atractivo de llegada de jugadores extranjeros, ávidos por conseguir buenos retornos en un entorno estable de regulación, solidez y recuperación económica.
Cartagena, Colombia. Ante la crisis financiera de los países desarrollados, la banca de Colombia aparece como un puerto atractivo de llegada de jugadores extranjeros, ávidos por conseguir buenos retornos en un entorno estable de regulación, solidez y recuperación económica.
El interés iría desde la banca de inversión hasta la de consumo de bajos ingresos; de pequeñas entidades a los grandes jugadores, como Bancolombia; y provendría de gigantes como Banco do Brasil hasta grupos chilenos y peruanos.
Colombia está recogiendo lo que cosechó después de la crisis bancaria de la década de 1990, que le significó un rescate estatal de miles de millones de dólares, la desaparición de varias entidades y la fusión de otras para sobrevivir.
De allí se derivó una rigurosa regulación que le ha permitido al sector mostrar altos índices de solvencia, calidad de activos y una alta cobertura contra pérdidas crediticias.
"Estamos mucho más adelante, también no tenemos esa cantidad de instrumentos sofisticados que fue lo que desató la crisis afuera", dijo a Reuters María Mercedes Cuellar, presidenta de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras.
Actualmente existen en el país 18 bancos, con activos equivalentes al 43% del Producto Interno Bruto del país, muy por debajo de naciones como Brasil y Chile, cuya proporción supera el 100% del PIB.
Algunos de los desafíos pendientes incluyen un impuesto sobre las transacciones financieras -el último vestigio de la última crisis y que ha estimulado el uso del efectivo-, el límite a las tasas de interés y la dificultad de ejecutar las garantías en carteras como la hipotecaria.
"El problema ahí es que se necesitan quitar obstáculos grandes que han impedido ese desarrollo, como el impuesto del 4 por 1.000, los topes de las tasas de interés, la dificultad de recuperar la cartera, que llevan a que sea un negocio muy complicado de hacer y que los grandes inversionistas prefieran ir a donde no tienen esos obstáculos", concluyó Cuellar.
Potencial de crecimiento. El potencial de crecimiento del sector financiero colombiano radica en el aún modesto nivel de bancarización del país, que pese a que creció cerca de 10 puntos en los últimos tres años a 58%, todavía palidece frente a países como Argentina, Chile y Brasil.
"Vemos dos fortalezas, una es el desempeño del sector y el otro tema es la calidad de la supervisión de Colombia, que es una cosa muy reconocida", dijo Jorge Saza, socio de la consultora Sustainable Finance Partners.
"Incluso el sector financiero colombiano tiene una rentabilidad alta en América Latina", explicó.
En 2009, mientras la economía colombiana desaceleró su ritmo de crecimiento a un 0,8%, la banca colombiana reportó un crecimiento de un 12,6% en su utilidad neta, a US$2.822 millones.
Entre las más recientes incursiones se encuentra la de Scotiabank, que a comienzos de año compró el negocio local de Royal Bank of Scotland.
Y allí no se detienen las expectativas de nuevos foráneos, en un sector en el que una tajada de 30% del negocio bancario está en manos de extranjeros.
Para los próximos meses se espera la conversión de compañías de financiamiento comercial a banco de Macrofinanciera, así como de la unidad financiera del grupo chileno Falabella y del Banco de la Mujer.
"Están entrando, sólo en la banca el año pasado se crearon dos bancos nuevos, ahora hay cuatro que quieren entrar", dijo Cuellar. "La tendencia que han seguido es que están metidos en microcrédito y en crédito de consumo", agregó.
Banco do Brasil, la entidad financiera más grande de América Latina por activos, dijo la semana pasada que tiene a Colombia en la mira -entre otros paíées de la región- mientras que analistas de UBS estimaron que Itaú Unibanco, el mayor banco privado de Brasil, podría seguir los mismos pasos.
Los analistas de UBS mencionaron como posibles objetivos de compra a Grupo Aval, Bancolombia y Banco Davivienda, tres de los mayores grupos financieros del país.
"Hay interés en Colombia", opinó Leonardo Bravo, otro socio de Sustainable Finance Partners.
"Si los grandes no están en venta o no los quieren vender por el momento, la estrategia que vemos es hacer 'join ventures', comprar instituciones pequeñas y hacerlas crecer de forma orgánica o comprar instituciones financieras medianas", agregó.