En el mediano plazo, la aspiración de la institución, que ya es miembro de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), es lograr, para 2020, una porción del 5 % del sistema bancario salvadoreño, es decir activos por unos $900 millones, detalló por su lado Rodríguez.
El Banco Azul comenzará operaciones alrededor de septiembre de este año en El Salvador, según prevén sus autoridades.
La firma trabaja en obtener las dos últimas aprobaciones de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).
La primera pasa por cumplir con las observaciones que dicha entidad ya hizo a sus políticas, manual de funciones, procedimientos y estructura organizativa.
Armando Rodríguez, director ejecutivo de Banco Azul, afirmó que la próxima semana entregarán los ajustes que solicitó el supervisor, los cuales van en línea de dejar más explícita la gestión de riesgos.
Una vez superada esa fase, se procederá a la certificación del sistema informático. El banco tendrá lista esa tarea a finales de agosto para entregarla a la Superintendencia.
“(La apertura al público) tiene que ser después de agosto. Una vez tengamos la bendición final de la SSF estaríamos listos para abrir después de una semana”, explicó Rodríguez.
Carlos Araujo, presidente de Banco Azul, informó que la inversión para conferirle vida a la entidad ascenderá a los $11 millones y que esta, una vez inaugurada, contará en total con 10 agencias: siete en el gran San Salvador y tres en el interior del país.
Con ello, sus representantes esperarían lograr $100 millones en activos, $75 millones en préstamos, y unos $50 millones en depósitos.
“Tendríamos que revisar esas cifras, porque las estimamos con una apertura más temprana; pero las mantenemos aún porque vemos mucho entusiasmo en el mercado por nuestra llegada”, apuntó por su lado Araujo.
Según el ejecutivo, el proyecto ha recibido asimismo muestras de interés por parte de bancos en Estados Unidos y Europa, que desean convertirse en socios.
En el mediano plazo, la aspiración de la institución, que ya es miembro de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), es lograr, para 2020, una porción del 5 % del sistema bancario salvadoreño, es decir activos por unos $900 millones, detalló por su lado Rodríguez.
El banco contará, desde su apertura, con unos 26 cajeros propios, banca electrónica, servicio de tarjetas de crédito y débito con alcance en 14,500 POS, así como un software de “core bancario”.
Ante eso, el vicepresidente de la entidad, Alfredo Pacas dijo, “Seremos un banco tecnológico, pero también humano”.
Sus autoridades revelaron que la entidad buscará atenderá a todos los segmentos, con un énfasis especial en las pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres.
De hecho, en la sede central contará con un espacio para la capacitación de este tipo de compañías, con el objetivo de mejorar el acceso al crédito y el desempeño en sus negocios.
Los directivos de Banco Azul anunciaron su creación en julio de 2013 y firmaron su acta de constitución en septiembre de ese mismo año, con $20 millones.
En diciembre de 2013, la institución llegó a la Bolsa de Valores de El Salvador para una ampliación de capital por $40 millones adicionales.
Su sede central estará en la intersección de la Alameda Manuel Enrique Araujo y la Avenida Olímpica, de la capital salvadoreña.