El aumento de la vigilancia refleja la preocupación de los reguladores de que un excesivo endeudamiento, pérdidas recurrentes, dificultad de vender activos o riesgos reputacionales puedan amenazar eventualmente la estabilidad de los prestamistas.
Brasilia. El Banco Central de Brasil situó a nueve bancos bajo "vigilancia especial" y está supervisando en detalle la liquidez y estabilidad de sus operaciones, según un documento bancario interno sin fecha al que Reuters tuvo acceso.
El documento, identificado como una presentación preparada para una reunión del 19 de mayo del Comité de Estabilidad Financiera del banco central, que coordina la regulación del sistema bancario, asegura que las pequeñas entidades bajo vigilancia son Banif, Máxima, Ficsa, Gerador, Pottencial, BPN Brasil, Mercantil do Brasil y Pan.
El aumento de la vigilancia refleja la preocupación de los reguladores de que un excesivo endeudamiento, pérdidas recurrentes, dificultad de vender activos o riesgos reputacionales puedan amenazar eventualmente la estabilidad de los prestamistas.
La lista incluye también a BTG Pactual, el mayor banco de inversión de Latinoamérica, que entró en un periodo de turbulencia por el arresto de su fundador André Esteves en noviembre en una investigación por corrupción. Esteves fue puesto en libertad posteriormente y el banco implementó un programa de recuperación.
La mayor parte de los bancos bajo vigilancia tiene escasa o nula presencia en el mercado bancario minorista y se centran en mercados de nicho como las hipotecas, préstamos vinculados a nóminas y empresas de tamaño medio. Juntas suman apenas el 2,6% de los préstamos en el sistema financiero de Brasil, según datos de diciembre del banco central.
La estrecha vigilancia y, en algunos casos, los límites a nuevos préstamos y dividendos, reflejan la decisión de los reguladores de mantener el sistema bancario brasileño bien capitalizado en un momento en que la peor recesión en décadas reduce el crédito y aumenta las cesaciones de pagos.
Un portavoz de la institución dijo en un comunicado que "debido a las reglas de secreto, el banco central no hará comentarios públicos sobre la situación de las instituciones financieras".
Tras declinar responder preguntas sobre el documento, afirmó sin ofrecer datos específicos que la información es "incompleta, fuera de contexto e incluye elementos que no se corresponden con la realidad".
Varias entidades nombradas en el documento confirmaron que han estado en contacto con el banco central, abordando sus preocupaciones y fortaleciendo sus balances generales a través de ventas de activos, la mejora de sus prácticas crediticias o, en algunos casos, la venta del banco mismo. Otros prestamistas prefirieron no hacer comentarios.
La vigilancia del banco central no significa que esté en duda la solvencia de una entidad, según un ex funcionario de la institución conocedor del régimen de supervisión. La misma presentación regulatoria distingue entre tres "niveles de preocupación" crecientes con color amarillo, naranja y rojo, sin detallar los criterios específicos de cada categoría.
El ex funcionario, que pidió permanecer en el anonimato, afirmó que tener a más de "media docena" de bancos en la lista es preocupante.
"Siempre hay bancos bajo vigilancia y uno esperaría que la lista crezca en una recesión económica", indicó. "Las posibilidades de salir rápidamente de la lista dependen de la economía".
