La antes fundación, entró al mercado financiero con una cartera bruta de US$29,83 millones y 36.463 clientes, y proyecciones de un crecimiento anual hasta el 2014 del 40% en cartera de créditos y un 33% en clientes.
Guayaquil. “¿Quieres iniciar un negocio y nadie te apoya? Ven a D-Miro” es parte de la publicidad con la que el nuevo banco ecuatoriano D-Miro (Diaconía Microcrédito Rotativo) busca captar clientes y sumarlos a los que pertenecían a la Fundación D-Miro, que desde el pasado 18 de julio pasó a convertirse en banco.
Con esta nueva figura la antes fundación, que de 1997 al 2006 fue Misión Alianza de Noruega, entra al mercado financiero con un capital de US$8 millones, una cartera bruta de US$29,83 millones, una cartera de clientes de 36.463, y proyecciones de un crecimiento anual hasta el 2014 del 40% en cartera de créditos y un 33% en clientes.
Según la Superintendencia de Bancos del Ecuador, en el país ahora hay 25 bancos privados, los más recientes son Coop. Nacional y D-Miro.
Carlos Egas Guerra, gerente general del banco, dice que el objetivo de D-Miro es trabajar para las zonas de escasos recursos, donde aún no cuentan con servicios bancarios.
Señala que a esos clientes no solo se quiere ofrecer créditos, sino también otros servicios: cuentas de ahorros, tarjetas de débito, acceso a las redes de cajeros del país, asistencia para pago de servicios básicos, pago del bono de desarrollo social y otros servicios que ofrece la banca nacional.
La entidad tiene previsto afiliarse a Banred, para usar lo que ya hay en el mercado y evitar gastos que luego tendrían que pasarlos a sus clientes.
Tienen planeado implementar a mediano plazo una red tipo banco del barrio que funcione en las tiendas como puntos de atención. Entre los planes a largo plazo contemplan tener depósitos a plazo fijo para los clientes que quieren invertir.
El banco D-Miro arranca con una matriz en Guayaquil, en la isla Trinitaria y 13 agencias en el país: Guayaquil (5), Durán (1), Milagro (1), Playas (1), La Libertad (1), una en Portoviejo y en Manta (Manabí), una en Machala (El Oro) y una en Quevedo (Los Ríos).
Aún les falta desarrollar productos nuevos como cuentas de ahorros y depósitos a plazo, que no ofrecían como Fundación.
Por medio del perifoneo en los barrios están promocionando los servicios que ahora ofrecen a los clientes y una vez que se consoliden van a masificar la oferta, indica Egas.