Los bonos no asegurados y subordinados -que se venderán mediante la rama de Banco do Brasil en las Islas Caimán- sólo pueden ser redimidos tras su undécimo año.

Sao Paulo. Banco do Brasil, el mayor banco de América Latina por activos, planea vender al menos US$500 millones en bonos perpetuos en dólares, dijo el miércoles una fuente con conocimiento directo de la situación.

Los bonos no asegurados y subordinados -que se venderán mediante la rama de Banco do Brasil en las Islas Caimán- sólo pueden ser redimidos tras su undécimo año, dijo la fuente, que pidió no ser identificada porque los términos de la venta son privados. La venta podría cerrarse esta misma semana.

Los fondos serán usados para propósitos corporativos generales.

El bono incluye una cláusula de absorción de pérdidas en línea con las normas de capital de Basilea III, la primera de ese tipo entre los bancos de América Latina, señaló la fuente.

La deuda subordinada tiene una calificación más baja que la de la deuda senior para el repago en la ocurrencia de una cesación de pagos.

La oferta se produce en medio de la renuencia de algunos inversores del mercado de bonos globales brasileños a comprar deuda perpetua, que tiende a ser menos líquida que otros tipos de deuda y que ha tenido un desempeño inferior frente otros bonos.

Los inversores implicados en la oferta de Banco do Brasil dijeron a Reuters que es poco probable que el bono tenga un rendimiento menor al 9%.

"Los bonos subordinados y perpetuos en la región no combinan con bajos rendimientos", dijo a Reuters un inversor en bonos desde Europa. Habló a condición de anonimato y dijo era poco probable que participara en la venta.

El inversor espera que el bono se coloque con un rendimiento "cercanos a la zona alta del 9%".

El prestamista, con base en Brasilia, contrató a la unidad de banca de inversión de BB Securities, y a las de BNP Paribas, Citigroup, HSBC Holdings y Standard Chartered para coordinar la transacción.

Banco do Brasil está tomando ventaja de una mejora en la confianza inversora global para explotar los mercados de bonos y también la oferta de deuda soberana de la semana pasada del gobierno brasileño, que abrió margen para que los emisores corporativos salgan al mercado.

Su rival, Banco Bradesco, captó US$800 millones con un bono a cinco años a un rendimiento de 4,50%.

En junio del año pasado, Itaú Unibanco Holding, el mayor banco privado de Brasil, colocó 500 millones de dólares con un título a cinco año para repagar una cantidad similar de deuda subordinada perpetua, que era demasiado cara en ese momento.