El préstamo del BID ayudará a financiar el diseño, construcción, funcionamiento y mantenimiento de la planta y sus instalaciones, incluyendo líneas de transmisión, subestaciones y caminos de acceso.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un financiamiento sin garantía soberana de US$200 millones para la construcción de una planta hidroeléctrica de 305,5 MW en la provincia de Limón, en Costa Rica, que constituye el proyecto de energía renovable más grande de América Central.
El préstamo del BID ayudará a financiar el diseño, construcción, funcionamiento y mantenimiento de la planta y sus instalaciones, incluyendo líneas de transmisión, subestaciones y caminos de acceso. La planta usará el caudal del río Reventazón para generar un promedio anual de 1.407 gigavatios-hora (GWh) de electricidad. Una vez terminada, la planta representará alrededor de 10% de la capacidad total de generación de electricidad instalada en Costa Rica.
El proyecto será el primero que establecerá en América Central una compensación para el hábitat del río, elemento que podrá reproducirse en otros proyectos de la región. También contribuirá a la iniciativa del Corredor Jaguar y a la preservación a largo plazo del felino viviente más grande de las Américas.
“Este proyecto ayudará a que Costa Rica satisfaga la demanda creciente de electricidad y también contribuirá a la consecución de los objetivos del país en materia de reducción de las emisiones de carbono’’, dijo Jean-Marc Aboussouan, que dirige el financiamiento de infraestructura para proyectos del sector privado en el Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID.
“Además, la debida ejecución de los elementos ambientales y sociales de este proyecto ofrecerá un modelo importante para otros proyectos hidroeléctricos en América Latina”, acotó.
El proyecto, patrocinado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), incluye la construcción de una represa de 130 metros de altura, el llenado de un embalse de 6,9 km2 y un desvío del cauce del río, de 4,2 kilómetros, entre la represa y la planta generadora. Se prevé que ésta entrará en funcionamiento en agosto de 2016.
El préstamo del BID tiene un plazo de reembolso de veinte años y se prevé que lo complementarán el préstamo de un consorcio de aproximadamente US$450 millones y el cofinanciamiento de otras instituciones por valor de US$294 millones.