El grupo aeroespacial estadounidense aún tiene que hacer una oferta formal y su estructura final estará determinada por negociaciones que se retomarían en las próximas semanas.

París. Boeing evalúa una colaboración amplia con Embraer que además de aviones comerciales alcance también a defensa y servicios globales, pero el diseño de la alianza dependerá de conversaciones con el gobierno de Brasil.

El grupo aeroespacial estadounidense aún tiene que hacer una oferta formal y su estructura final estará determinada por negociaciones que se retomarían en las próximas semanas. Sin embargo, fuentes señalan que el objetivo es ir mucho más allá de un joint venture tradicional o una inyección de capital.

"Se preferiría una combinación más amplia, pero Boeing es sensible a las preocupaciones que el gobierno pueda tener sobre asuntos como defensa", dijo una fuente con conocimiento directo de las negociaciones. "Si se puede abordar ese tema (...) se llegará a un acuerdo".

Los obstáculos políticos para un trato se han aliviado después de un escándalo sobre espionaje de Estados Unidos que arruinó la venta de aviones caza de Boeing a Brasil en 2013.

El presidente brasileño Michel Temer ha impulsado una agenda pro mercado para privatizar servicios públicos y reducir el rol del gobierno en empresas controladas por el Estado. Pero el mandatario enfrenta bajos índices de aprobación y autoridades han alertado que vetarían cualquier oferta total.

"Las compañías ahora están trabajando en los asuntos regulatorios con el gobierno de Brasil. La cartera de defensa sería manejada de conformidad con el gobierno brasileño", dijo la fuente.

Un acuerdo complementaría la cartera comercial de Boeing en la gama más baja, donde las ventas han sido lentas, y emularía una asociación entre Airbus y la canadiense Bombardier sobre los aviones CSeries.

Analistas dicen que el acuerdo de octubre de Airbus para controlar el nuevo proyecto canadiense dejó a Embraer expuesto con su más pequeño E-Jet y muy consciente de que China podría estar al acecho nuevamente tras ver frustrados sus propios esfuerzos para comprar los CSeries.

Boeing y Embraer han estudiado largamente establecer lazos comerciales y fuentes dicen que estuvieron cerca de un acuerdo la década pasada para que la compañía brasileña trabajara en el próximo avión de un sólo pasillo de Boeing.

En 2012, las dos empresas acordaron trabajar en seguridad y combustibles alternativos. La colaboración se amplió para incluir las ventas conjuntas de Boeing y soporte al avión de transporte militar KC-390 de Embraer.

Pero Boeing ahora está tratando de persuadir a la empresa con una oferta más amplia que incluye acceso a una cadena global de suministros y nuevos mercados para el KC-390 y el avión de ataque ligero Super Tucano.

Analistas dicen que Embraer valoraría el acceso al mercado de defensa de Estados Unidos mientras que Boeing espera estabilizar su portafolio de defensa, debilitado por las bajas ventas de los cazas y el término de la producción de los aviones de transporte militar C-17, aunque existen muchos obstáculos para una completa cooperación militar.