El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Joaquín Monasterio, informó que en la zona de Santa Cruz existen 74 clínicas de este tipo, de las que sólo 24 cuentan con autorización.
La Paz. La situación ilegal en que operan diversas clínicas de cirugía estética en Santa Cruz, denunciada en un reportaje de la red O Globo de Brasil tras la muerte de dos brasileñas, fue confirmada ayer por las autoridades locales y los gremios profesionales.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Joaquín Monasterio, informó de que en Santa Cruz existen 74 clínicas de este tipo, de las que sólo 24 cuentan con autorización, 27 fueron notificadas con observaciones a su situación, y 23 aún tramitan una resolución administrativa. Es decir que 50 se encuentran en situación irregular.
La autoridad dijo que la investigación realizada por la red de televisión O Globo derivó en dos hechos. Por un lado, hizo pública la existencia de centros quirúrgicos de estética que operan al margen de la ley; y por otro, deja en mala situación a médicos bolivianos. “Por culpa de unos, todos pagamos”, afirmó el también cirujano.
El presidente de la Sociedad Cruceña de Cirugía Plástica, Marcelo Portugal, manifestó que el negocio ilegal de la medicina estética en Santa Cruz “viene de hace tiempo”. Indicó que en reiteradas oportunidades se lanzó la voz de alerta a las autoridades competentes. “Tiene que ocurrir algo para que se inicien controles a los lugares donde se practica la intervención quirúrgica de manera ilegal”, lamentó el especialista.
Para el galeno, los bajos costos de las cirugías estéticas ofertadas (hasta cinco veces menos que en Brasil) atraen pacientes foráneos, quienes sin pensar en las consecuencias que podrían acarrear las intervenciones ilegales “caen en manos de estos médicos”.
Según información a la que accedió este medio, una cirugía puede costar entre US$2.000 y US$2.500, pero también se ofertan combos. Un total de 37 médicos están afiliados a la Sociedad Cruceña de Cirugía Plástica. De ellos, 26 ejercen la profesión, el resto está fuera del país, afirmó Portugal.
Controles. Monasterio dijo que se realizará una auditoría médica a los cirujanos que ejercen el oficio. “En caso de encontrar irregularidades, se pedirá la intervención del Ministerio Público para iniciar un proceso judicial”.
La autoridad afirmó que, ante un eventual caso de negligencia, el Sedes es la institución encargada de determinar si existió mala praxis o se aplicó el protocolo médico de manera adecuada; en caso de encontrar irregularidades, se procede a clausurar la clínica.
En cuanto a la muerte de la súbdita brasileña Geiza Antero da Silva, de 30 años, que pereció el 8 de noviembre luego de tres intervenciones en una clínica privada, se recaba información. “Hemos solicitado la autopsia realizada por el forense”, dijo Monasterio.
La fiscal que conoce el caso, Consuelo Severiche, sostuvo que no recibió ninguna denuncia sobre la supuesta mala praxis. Los familiares de Geiza acudieron a la Fiscalía para tramitar el traslado de los restos. “No hay denuncia sobre el deceso, sólo se abocaron a tramitar el permiso”, aseveró.
Muertes de brasileñas. El domingo 20, el programa Fantástico de la red O Globo emitió el programa “Brasileñas mueren por hacerse cirugías plásticas más baratas”. En el caso de Bolivia (el reportaje se refirió también a Paraguay y Argentina), se denuncia la muerte de dos brasileñas, tras haber sido operadas en clínicas de Santa Cruz de la Sierra.
Se trata de Eunice Lemos do Santos, de 57 años; y Antonia Araújo Silva, de 33 años. En ambos casos las muertes fueron por embolia pulmonar, tras haber sido sometidas a varias operaciones (lipoaspiración, implantes mamarios y en los glúteos).
En el reportaje, se presenta a la capital cruceña como una ciudad donde las mujeres brasileñas se realizan cirugías plásticas en paquetes, a bajo precio, que incluyen la operación en una clínica privada y el postoperatorio en un hotel. “Atraídas por el bajo precio, las mujeres brasileñas buscan cirugías plásticas y mueren después de ser operadas”, dijo el conductor de Fantástico, al presentar el programa.
El reportaje incluye entrevistas con mujeres que fueron operadas y con médicos bolivianos. Una periodista se hizo pasar por una clienta para obtener datos de los cirujanos plásticos. En tanto, Laura do Amaral, de 37 años, una brasileña que fue operada en Bolivia, anunció que presentará una demanda contra Fantástico por haber desvirtuado sus declaraciones.