Los agentes bolivianos en La Haya centraron sus intervenciones en las promesas que realizó Chile respecto a una salida al mar. “Hay un entendimiento que Bolivia reafirmó en 1895 no se le puso fin con el tratado de 1904" (...), dijo Eduardo Rodríguez Veltzé.
Un nuevo capítulo se vivió en La Haya este miércoles con los alegatos de Bolivia que buscaron echar por tierra las argumentaciones que realizó Chile el pasado lunes en la petición de objetar la competencia de la Corte Internacional de Justicia, en el litigio marítimo que mantienen ambos países.
Muy temprano, a las 5 de la mañana hora chilena, el agente boliviano Eduardo Rodríguez Veltzé comenzó su intervención afirmando que “Bolivia es una nación de paz, que favorece la cultura del diálogo, con una Constitución que defiende el bienestar del pueblo y sus derechos fundamentales”.
“Esta primera aparición reviste especial importancia para nuestro país, tenemos plena confianza de que esta Corte tendrá justicia para nuestro país”, prosiguió.
El agente aseguró que “hay entendimiento que Bolivia reafirmó en 1895 no se le puso fin con el tratado de 1904, años siguientes la promesa de negociar una salida al mar fue manifestada en varios compromisos”.
“Chile reafirmó una y otra vez que con independencia del tratado de 1904 negociaría este acceso soberano al mar, que seguía siendo una demanda histórica de Bolivia”, continuó.
Para Rodríguez, no se trata de modificar un tratado histórico, sino que “lo que quiere Bolivia es que Chile cumpla su obligación, se respete su acuerdo y promesas de negociar una salida al mar”.
“La cuestión jurisdiccional por parte de Chile es hacer mal uso de la fase procesal en que nos encontramos, en forma intencionada y prematura se pretende poner en tela de juicio a esta Corte. El decir que Bolivia se presenta ante la CIJ para soslayar el Tratado de 1904 no es correcto”, señala Rodríguez.
El representante boliviano recurrió a organismos internacionales explicando que la OEA “afirmó que acceso soberano al mar consolidaría una relación estable y duradera entre Bolivia y Chile”.
Después de Rodríguez, Mathias Forteau tomó la palabra para decir que “todo el mundo sabe que el sistema jurisdiccional concedida por el Pacto de Bogotá concede importancia a esta Corte”.
“La referencia para aplicar el artículo 31 como el artículo 6 son las cuestiones que presenta ante la Corte el Estado demandante. No cabe duda alguna que la objeción preliminar debe rechazarse. Las cuestiones presentadas por Bolivia consisten en que la Corte constate que, paralelamente al Tratado de 1904, Chile asumió el compromiso a través de una serie de promesas, de negociar una salida soberana al mar y no lo ha respetado”.
Forteau instó a los jueces a que “tendrán que releer el Tratado de 1904”, en el que “no encontrarán nada que dé respuesta a la solicitud de Bolivia. El Tratado de 1904 queda fuera de la temática de esta causa”.
“Chile ha creado confusiones y dificultades de interpretación. Ha actuado como si nada existiese en el mundo además del Tratado de 1904. Según Chile ‘hay un sólo tratado que vincula a ambas partes’. Sobre esta base Chile concluye que todo habría quedado zanjado en dicho Tratado y por lo tanto la Corte no podría conocer el caso”, complementó.
El abogado continuó declarando que “dichos compromisos no son pertinentes en la causa actual, que el Tratado de 1904 ya habría dirimido. Si Chile se comprometió negociar un acceso soberano al mar, cómo podría afirmar a la vez que esta cuestión habría ya quedado dirimido en el Tratado de 1904, es una contradicción”.
“Bolivia no denunció el Tratado de 1904 y tampoco le ha pedido a ustedes que lo hagan en su nombre. Lo que pide es constatar que existe otros compromisos por los cuales Chile se comprometió a negociar un acceso al mar”, indicó.
El representante aclaró que Bolivia no impugna lo que las partes negociaron en el pasado,” lo que pide es el respeto de lo acordado entre las partes, no pide a abrir cuestiones que ya han sido resueltas, pide el respeto de la voluntad manifestada por Chile”.
La profesora Monique Chemillier-Gendrau finalizó con la intervención boliviana manifestando que “hay una cuestión pendiente entre ambos Estados y Chile dejó afuera de esta situación el Tratado de 1904”.
“Para que la Corte ejerza la competencia se ha de presentarle una cuestión que en 1948 no estaría ni resuelta ni regida por un tratado en vigor”.
Respecto al Pacto de Bogotá, “el asunto no estaba resuelto”, lanzó.
Finalmente el juez Cristopher Greenwood preguntó “¿en qué fecha mantiene Bolivia que se concluyó un acuerdo respecto de la negociación de acceso soberano?”, consulta que deberá ser respondida por los bolivianos en su próxima intervención del día viernes, después del turno de Chile el jueves.