El viernes pasado, el ministerio de Minería y Metalurgia, Jindal Steel Bolivia (JSB) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se reunieron para analizar la solicitud de provisión de gas de la siderúrgica.
Mientras espera un nuevo informe que incluya el flujo de caja de Jindal y el proyecto integral para la industrialización del hierro, el Ejecutivo admitió que el plazo para la firma del contrato de provisión de gas para el Mutún “está al límite”. La rescisión de contrato vuelve a estar en la mesa.
El viernes, el ministerio de Minería y Metalurgia, Jindal Steel Bolivia (JSB) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se reunieron para analizar la solicitud de provisión de gas de la siderúrgica india para los procesos de reducción de hierro y la generación de energía en el proyecto Mutún. La documentación presentada por Jindal fue considerada “insuficiente” por la petrolera estatal.
“Estamos solicitando la ampliación del informe, (aunque) estamos al límite para la firma del contrato de provisión de gas entre Jindal y Yacimientos. Si nos atrasamos en la suscripción del contrato, el proyecto no va a arrancar el 2014, porque la construcción del gasoducto requiere de unos dos años y medio”, informó el viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Freddy Beltrán.
Hasta el cierre de esta edición, este medio intentó comunicarse con los principales ejecutivos de JSB, pero ninguno atendió su teléfono móvil. El ministro de Minería, José Pimentel, coincidió en que existe “urgencia de ambas partes” para concretar el acuerdo y precisó que la nueva información solicitada incluye “el flujo de caja de Jindal y el proyecto integral de desarrollo” para la industrialización del hierro del Mutún.
“El problema (para la provisión de gas) es el financiamiento para el gasoducto, porque YPFB tiene que hacer una inversión de US$500 millones para la construcción”. Entonces, “contar con información del flujo de caja de Jindal naturalmente le garantizará a YPFB la obtención de un respaldo económico bancario para el proyecto”, explicó la autoridad.
Demandas. Según datos de Jindal, la demanda energética para la industrialización del Mutún subirá progresivamente desde 2014, de 4,5 millones de metros cúbicos día (MMmcd), a 6 MMmcd para el complejo industrial y para la termoeléctrica de 500 megavatios. A partir de 2015 este requerimiento llegará a 10 MMmcd.
“El Estado garantiza la provisión de gas para el proyecto y nos interesa que se llegue a un acuerdo entre YPFB y Jindal. No queremos que en abril el gas sirva a JSB como pretexto para justificar un posible incumplimiento de inversiones. Tenemos la información de que la empresa ha hecho precontratos (para la compra de plantas industriales), pero la incertidumbre sobre sus inversiones continúa (...). Este incumplimiento causaría la rescisión de contrato”, dijo Beltrán.
Por otra parte, agregó, la demanda arbitral presentada por la JSB en contra del Estado boliviano por la ejecución de sus boletas de garantía (US$18 millones) tampoco ayuda a crear una clima de confianza hacia la empresa; “ése es un tema de incertidumbre que hace que uno se pregunte si está sentado con amigos o enemigos”.
El 14 de agosto de 2011, el vicepresidente Álvaro García conminó a Jindal a cumplir sus compromisos de inversión (US$600 millones hasta abril de este año) o el Gobierno “terminará el contrato” con la empresa. Pimentel indicó que YPFB sólo se reunirá con Jindal una vez que se presente la documentación solicitada.
China HYIE presentará boletas. La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) esperará hasta el viernes para que el consorcio Henan Yuguang International Economic & Technical Cooperation Corp LTD (HYIE&TCC) presente las boletas de garantía para la construcción de las dos plantas fundidoras de zinc. La medida concretará la adjudicación a la empresa de ambos proyectos. Si el consorcio chino no cumple con este requisito, los ingenios serían adjudicados a la segunda proponente, anunció el presidente ejecutivo de la estatal minera, Héctor Córdova. ANF