El vicepresidente Álvaro García hizo una radiografía de las empresas más importantes como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), Boliviana de Aviación (BoA), Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Empresa Metalúrgica Vinto (EMV) y otras pequeñas.
Caracas. YPFB, Entel y Comibol han generado en los últimos años millonarios ingresos para el Estado, tanto en el pago de impuestos como en las utilidades generadas por estas firmas. En lo que va del año, las tres han acumulado casi US$400 millones en ganancias.
El vicepresidente Álvaro García Linera aseguró ayer en el programa El pueblo es noticia —que se difunde cada domingo por las estatales radio Patria Nueva y Televisión Boliviana— que las empresas estatales son rentables y el pilar de la economía de Bolivia.
Durante casi tres horas, García hizo una radiografía de las empresas más importantes como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), Boliviana de Aviación (BoA), Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Empresa Metalúrgica Vinto (EMV) y otras pequeñas.
De la veintena de empresas, las nacionalizadas YPFB (más sus seis subsidiarias), Entel y Comibol son las que generan mayores ingresos para el Estado. En el caso de las dos primeras, parte de sus utilidades son destinadas al pago de la renta Dignidad.
Utilidades. El Vicepresidente explicó que sólo en la gestión pasada Yacimientos aportó, fuera de sus utilidades, con US$2.235,3 millones al Estado boliviano por concepto de IDH, regalías, participaciones, patentes e impuestos.
A modo de ejemplo, García indicó que en el período 2000-2005 los ingresos totales para el Estado boliviano por la explotación de hidrocarburos apenas llegaban a US$1.661 millones, mientras que entre 2006 y 2010, tras la nacionalización de este sector, éstos sumaron US$9.478 millones.
“Si no hubiéramos nacionalizado, estos US$9.478 millones hubieran pasado a manos extranjeras. Éso es lo que quiere la gente que nos critica”, afirmó el Segundo Mandatario tras denunciar que hay “una campaña mal intencionada e infame” de algunos seudoeconomistas que busca “denigrar a las empresas del Estado”.
Según García, la participación gubernamental (Government Take) en el negocio petrolero llega actualmente al 90% de las ganancias y se constituye en “una de las más elevadas del mundo”. “Antes ese 90% era privado, ahora es del Estado (...) Hay algunas empresas que están dispuestas a ganar el 10%, bienvenidas, (porque) hay mercados seguros y buenos precios. No quieren ganar solamente el 10%, pues váyanse a otro país”.
Respecto a Entel, el Vicepresidente dijo que la compañía ha generado entre enero y octubre de este año utilidades por US$91,9 millones, ocho millones menos de lo que se pagó a ETI por la nacionalización de sus acciones.
También anunció que Entel tiene una participación de mercado que llega al 42%, “dato que será ratificado a principios de 2012”.
En cuanto a la Comibol, explicó que una de sus subsidiarias, la Empresa Minera Huanuni, registró hasta agosto de este año utilidades por US$44,1 millones, suma que podría elevarse hasta los $us 60 millones hasta fin de año.
El objetivo no es el empleo. El vicepresidente Álvaro García Linera puso ayer en claro que las empresas estatales “no son fuente de empleo masivo”, sino de generación de recursos para el país.
“Las empresas del Estado no tienen por función generar empleos, tienen por función generar recursos para el Estado, que luego se distribuyen a la población boliviana a través de bonos, rentas, inversiones, hospitales, escuelas. Ésa es la función de las empresas del Estado", subrayó García.
Dijo que están equivocadas las personas que creen que es el Estado el que tiene que dar trabajo a todo el mundo. “Eso no existe en ninguna parte del mundo”, afirmó.
El Vicepresidente también señaló que las pequeñas empresas estatales (Lacteosbol y plantas procesadoras de cítricos, entre otras) generan recursos estratégicos y fomentan la producción local en distintos municipios del territorio boliviano.
García dijo que la “idea” del gobierno es que esas pequeñas fábricas, en el futuro, pasen a control y administración de los propios sindicatos y comunidades, sin la intervención del Estado.