El decreto temporal nuevamente quita las decisiones sobre demarcación de las tierras de reservas a la agencia de asuntos indígenas -la Fundación Nacional del Indio (Funai)- y las devuelve al Ministerio de Agricultura.
Brasilia. El presidente Jair Bolsonaro promulgó un nuevo decreto este miércoles que pone las decisiones sobre los reclamos de tierras indígenas en las manos del Ministerio de Agricultura, cuatro semanas después de que el Congreso rechazó una propuesta que buscan grupos de presión del sector agrícola.
El decreto temporal nuevamente quita las decisiones sobre demarcación de las tierras de reservas a la agencia de asuntos indígenas -la Fundación Nacional del Indio (Funai)- y las devuelve al Ministerio de Agricultura.
El decreto entra en vigor inmediatamente, pero requiere de la aprobación del Congreso dentro de 120 días. Si el Congreso no lo aprueba antes de ese plazo, expira.
Bolsonaro, un excapitán de Ejército, ha alarmado a antropólogos y ambientalistas al proponer asimilar a los 800.000 indígenas del país a la sociedad brasileña.
El presidente dice que quiere abrir las tierras de las reservas a la agricultura y la minería, incluso en la selva del Amazonas, y que las tribus indígenas deberían poder participar en actividades comerciales y cobrar regalías a las compañías mineras.
Su insistencia en un tema que ya fue votado irritó a algunos legisladores, pero el sector conservador que tiene la mayoría en la Cámara baja, liderado por representantes de estados agrícolas, aprobaría el decreto.
Líderes indígenas y grupos de derechos humanos rechazaron la decisión del presidente. El Conselho Indigenista Missionário dijo que era una violación "flagrante" a la Constitución de Brasil, que defiende los derechos de los indígenas sobre sus tierras ancestrales.
Ambientalistas dicen que las tierras son la mejor forma de detener la destrucción la selva del Amazonas, considerada por muchos como la mejor defensa natural contra el cambio climático debido a que sus árboles absorben enormes cantidades de dióxido de carbono.
Bolsonaro y líderes del sector agrícola interesados en profundizar las fronteras agrícolas al interior de la selva amazónica se han quejado de que los pueblos indígenas de Brasil representan menos de un 1% de la población y ocupan un 13% del territorio.
El año pasado, Joenia Wapichana del partido Red de Sostenibilidad se convirtió en la primera mujer indígena electa al Congreso de Brasil. La agrupación presentó un recurso judicial pidiendo al Supremo Tribunal Federal que anule el decreto debido a que el Legislativo ya votó el tema.