El gigante energético podría comenzar a tapar su malogrado pozo petrolero en aguas profundas del Golfo de México la noche de este lunes, luego de más de tres meses de que su ruptura llevó al peor derrame de crudo costa afuera en la historia de Estados Unidos.
Houston/Washington. La gigante energética BP Plc podría comenzar a tapar su malogrado pozo petrolero en aguas profundas del Golfo de México la noche de este lunes, luego de más de tres meses de que su ruptura llevó al peor derrame de crudo costa afuera en la historia de Estados Unidos.
Ingenieros de BP se estaban preparando para inyectar un lodo pesado y cemento en la parte superior del pozo en un procedimiento conocido como "static kill", dijo este domingo el almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, el funcionario estadounidense a cargo de la respuesta al derrame.
Prontitud. Allen señaló que el esfuerzo a dos vías para finalmente eliminar la fuga del pozo fuera de control comenzaría "tan pronto como el lunes por la noche" o posiblemente temprano el martes, con el procedimiento "static kill".
Cinco a siete días después, el lodo y cemento sería inyectado a través de un pozo de alivio en el fondo de la perforación, para sellar el agujero de forma permanente.
Luego de que intentos previos por tapar el pozo estuvieron plagados de contratiempos, el esfuerzo de esta semana será seguido de cerca desde Washington a Londres, desde la costa del Golfo a Wall Street.
El desastre ambiental que lleva 104 días ha devastado comunidades costeras, estropeado la imagen de la compañía británica en Estados Unidos y costado miles de millones de dólares en limpieza.
También ha afectado el nivel de aprobación del presidente Barack Obama y elevado las tensiones entre Washington y Londres.
Allen dijo a periodistas que viajaría a las oficinas centrales de BP en Estados Unidos en Houston para supervisar el "static kill". Ingenieros podrían saber en pocas horas si el procedimiento había funcionado, aseguró.
Temporalmente sellado. El pozo ha estado temporalmente sellado por más de dos semanas luego de derramar hasta 60.000 barriles al día desde abril, cuando una explosión en una plataforma petrolera dejó 11 trabajadores muertos y dio paso a la filtración de crudo.
El consiguiente derrame mató innumerables animales marinos, afectó playas y marismas y ha provocado un severo perjuicio para pescadores y otros dueños de negocios a lo largo de la costa del Golfo.
Como parte de los esfuerzos de limpieza, BP ha usado enormes cantidades de dispersantes químicos para disolver el petróleo antes de que llegue a la tierra. Pero su uso ha despertado cuestionamientos entre ambientalistas preocupados sobre su impacto en el entorno natural.
Este domingo, el despacho del representante estadounidense Ed Markey, quien ha sido un abierto crítico del manejo de BP en el derrame, divulgó una carta en la cual acusó a la gigante petrolera de usar dispersantes en exceso.
Por su parte, BP sigue enfocada en su procedimiento "static kill" de esta semana.
Transformaciones y pérdidas. Tras reemplazar al presidente ejecutivo Tony Hayward y anunciar planes para la venta de US$30.000 millones en activos para ayudar a cubrir sus responsabilidades, BP está ansiosa por mostrar a los inversores que finalmente está en control del pozo.
El valor de mercado de BP ha caído un 40% desde que comenzó la crisis el 20 de abril de este año, y la semana pasada anotó una pérdida US$17.000 millones en el segundo trimestre.
Pero incluso mientras la compañía intenta reconstruir su marca, sus distribuidores en Estados Unidos están preguntando si no es momento para un cambio de nombre, dijo John Kleine, director ejecutivo de BP Amoco Marketers Association.