La española Telefónica, el mayor operador de Brasil bajo la marca Vivo, competirá con Claro de la mexicana América Móvil, la italiana TIM y otros 12 postores por la licitación de cuatro bandas de transmisión: 700 megahercios (MHz), 2,3 gigahercios (GHz), 3,5 GHz y 26 GHz.

Brasil celebra este jueves la mayor subasta de telefonía móvil de su historia, con unidades locales de América Móvil, Telefónica y Telecom Italia compitiendo con una docena de otras empresas por el espectro de transmisión dedicado a la quinta generación (5G).

El regulador de telecomunicaciones Anatel espera obtener compromisos de los ganadores para invertir unos 45.000 millones de reales (US$ 8.000 millones).

La tan esperada subasta se retrasó por diferencias sobre la participación de Huawei Technologies como proveedor de equipos de telecomunicaciones 5G, luego de que Estados Unidos presionara al gobierno de extrema derecha de Brasil para que lo prohibiera por motivos de seguridad.

Tras un compromiso destinado a blindar las comunicaciones gubernamentales, Brasil ha avanzado con la licitación de cuatro bandas de transmisión: 700 megahercios (MHz), 2,3 gigahercios (GHz), 3,5 GHz y 26 GHz.

Los grupos de la industria han anticipado durante mucho tiempo la posibilidad de que Brasil se ponga al día con la tecnología 5G, lo que permite una mayor eficiencia y automatización en campos que van desde la atención médica hasta la agroindustria. Sin embargo, la lentitud de las licencias locales para nuevas antenas en todo el país puede retrasar el despliegue de la nueva cobertura inalámbrica.

La española Telefónica, el mayor operador de Brasil bajo la marca Vivo, competirá con Claro de la mexicana América Móvil, y la italiana TIM.

Otros postores incluyen un fondo de inversión y una coalición de proveedores de servicios de Internet que se agruparon para competir por un espectro.

El sector de infraestructura de telecomunicaciones espera que las redes 5G de Brasil generen nuevas oportunidades comerciales por un valor de más de US$ 1 billón durante 15 años y creen 1,5 millones de puestos de trabajo en 4 años, dijo Vivien Suruagy, directora de una federación de 137.000 empresas.

A diferencia de otros países como Suecia, Brasil no ha excluido a Huawei de su codiciado mercado 5G a pesar de la presión diplomática de Estados Unidos, que cita preocupaciones sobre el espionaje.

Las principales firmas inalámbricas de Brasil ya usan Huawei para más de la mitad de sus redes y argumentaron que prohibir la tecnológica china agregaría miles de millones de dólares en costos adicionales que se trasladarían a los consumidores.

En cambio, el gobierno del presidente Jair Bolsonaro decidió construir una red separada para él y todas las agencias federales, de la cual Huawei quedará efectivamente excluida. El gobierno estipuló que los postores deben cumplir con las reglas de gobierno de las empresas que cotizan en bolsa, lo que Huawei no cumple.