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Brasil atrae negocios de extranjeros, pese a escenario económico global
Jueves, Noviembre 17, 2011 - 17:07

El Banco Central prevé que la inversión extranjera directa aumente 45% en 2011, hasta un récord de US$70.000 millones.

Sao Paulo. Apenas dos semanas después de aterrizar en Brasil para explorar el mercado, Eduardo Acuña ya volaba de regreso a México con varios contratos en la maleta.

"Me senté a platicar con el primer desarrollador de centros comerciales y salí con dos negocios casi cerrados", recuerda Acuña, presidente de la unidad brasileña de la mexicana Cinépolis, la cuarta mayor cadena de cines del mundo.

"Pensé que iba a demorar dos meses en montar la empresa y echarla a andar, pero acabé tardando un año (...) Eso es Brasil: Es muy fácil encontrar la oportunidad ...luego el problema es concretarla", explicó.

La experiencia de Acuña es bien conocida por los hombres de negocios extranjeros que llegan a Brasil a por una tajada del mayor mercado de América Latina y chocan con una burocracia kafkiana, costos estratosféricos, impuestos redundantes y las tasas de interés más altas del mundo.

Y a pesar de todo siguen llegando. El Banco Central prevé que la inversión extranjera directa aumente un 45% en 2011 hasta un récord de US$70.000 millones.

La razón es simple: un voraz mercado doméstico responsable de un 60% del Producto Interno Bruto que permitirá este año a Brasil amortiguar el impacto de la crisis mundial y crecer más de un 3%.

Los ejecutivos que aterrizan en Sao Paulo descubren rápido que la capital financiera de Brasil es una de las ciudades más caras y menos eficientes del mundo.

El Big Mac cuesta casi el doble que en Londres, el alquiler de oficinas ronda los precios de Manhattan, la burocracia es tres veces peor que en las naciones desarrolladas, los costos laborales enormes y la corrupción generalizada.

"El costo de una estructura de personal en Brasil es, por ejemplo, entre 20% y 30% más caro que en Argentina", dijo Ezequiel Barrenechea, director regional de Corporación América, un holding argentino que ganó este año la primera concesión privada de un aeropuerto en Brasil.

"Pero a mediano y largo plazo todos eso se amortiza perfectamente y las utilidades terminan siendo iguales que en otros países, sobre todo por el volumen del mercado", agregó.

Y luego están los problemas de infraestructura. Apenas un 12% de las carreteras de esta nación del BRICS están asfaltadas, contra, por ejemplo, más de un 80 por ciento en China o Rusia.

Todo eso forma parte del "Costo Brasil", un cóctel de burocracia, distorsiones cambiarias, déficit de infraestructura y otros problemas que frenan el potencial del país y también las inversiones.

Mário Bernardini, asesor de la Asociación Brasileña de Industria de Máquinas y Equipamientos, hizo las cuentas y llegó a la conclusión de que producir bienes de capital en Brasil es un 43,85% más caro que en Estados Unidos o Alemania.

"Eso inhibe las inversiones (...) En la práctica en Brasil hay pocos proyectos 'greenfield' (desde cero). Lo que hay son adquisiciones de empresas para comprar una participación de mercado", dijo.

El Banco Mundial calcula que el tiempo necesario para establecer un negocio en Brasil es casi 10 veces superior que en un país desarrollado.

"Los costos son altos, pero el retorno potencial también es alto. Por eso los empresarios están dispuestos a pensarlo bien y venir a hacer negocios", dijo un diplomático estadounidense en Sao Paulo.

Más cara que Nueva York. Sao Paulo se convirtió este año en la décima ciudad más cara del planeta para los ejecutivos extranjeros, según un estudio de la consultora Mercer. Sí, Sao Paulo es ahora más cara que Nueva York, Oslo o París.

La apreciación del real, según Goldman Sachs una de las monedas más sobrevaluadas del mundo, es culpable por más del 50% del astronómico costo de vida.

"Las posibilidades de que Sao Paulo baje en el ranking son muy pequeñas. Va a continuar siendo una ciudad muy cara y con una calidad de vida complicada", dijo Pedro Alexandre Pinheiro, líder de capital humano de Mercer en Brasil.

Una de las razones es el sobrecalentamiento del mercado inmobiliario. Cushman & Wakefield, la inmobiliaria de muchas de las multinacionales instaladas en Brasil, calcula que el precio de los alquileres de oficinas en Sao Paulo se disparó un 23% en el tercer trimestre de 2011.

"Muchos de nuestros clientes se quejan por la falta de oferta y también de la calidad de los edificios comerciales de Sao Paulo", dijo Mariana Hanania, gerente de investigaciones de mercado de Cushman para América del Sur.

"Pero hay mucha demanda de empresas de Estados Unidos y Europa. Y es algo que se viene acentuando en los últimos dos años", añadió.

Y no es sólo el metro cuadrado. Brasil ostenta también el dudoso privilegio de tener el dinero más caro de América Latina, con tasas de interés de entre 45 y 200 por ciento para créditos corporativos y de consumo que reducen los márgenes de retorno.

Menos eficiente. Brasil, la séptima mayor economía del mundo, aparece sin embargo en el lugar 126 entre las 183 naciones analizadas por el Banco Mundial (BM) en su estudio sobre facilidades para hacer negocios, detrás de Albania o Uganda.

Según el BM, la burocracia para montar una empresa en Brasil es casi el doble que en otras naciones de la región.

Los costos laborales son enormes y el sistema tributario complejo y a menudo indescifrable. Las empresas brasileñas dedican la increíble cantidad de 2.600 horas al año sólo a pagar impuestos.

Acuña, de Cinépolis, cuenta por ejemplo que paga impuestos municipales en la taquilla y estatales en la cafetería de un mismo cine. "Terminas perdiendo eficiencia", dijo el ejecutivo, que calcula que abrir un cine en Brasil cuesta un 80 por ciento más que en México.

Otro problema es la falta de mano de obra calificada, una de las razones que amenazan con hacer naufragar un negocio de US$12.000 millones para montar una fábrica de tabletas iPad en Brasil.

Pero no todo son malas noticias. Aunque el crecimiento económico se desacelere a un 3% en 2011 -menos de la mitad del récord de 7,5% en el 2010-, Brasil es más atractivo que la mayoría de las naciones en desarrollo golpeadas por la recesión o sepultadas en deudas.

El surgimiento de una clase media ansiosa por usar sus nuevas tarjetas de crédito y las inversiones para desarrollar yacimientos mar adentro de petróleo y organizar la Copa Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 aumentan el atractivo de Brasil en el largo plazo.

Además, Brasil tiene un sistema financiero eficiente y un sofisticado ambiente de negocios que, según el Banco Mundial, redujo en la última década el costo financiero de montar un negocio en el país, medido como porcentaje del ingreso per cápita.

"Hay muchas complicaciones para trabajar en Brasil, pero la oportunidad compensa cualquier tipo de problemas", dijo Acuña, de Cinépolis, que en dos años se convirtió en el cuarto grupo de cines de Brasil con unas 120 salas.

Autores

Reuters