La medida aumentaría los márgenes de ganancia en la venta de combustibles para la petrolera estatal y distribuidora Petrobras, que tiene una enorme red de distribución a través de su red de estaciones de servicio "BR".
Brasilia. Brasil podría anunciar tan pronto como la próxima semana un aumento del 7% en el precio de la gasolina y un alza entre un 4 y un 5% en el diesel, reportó el diario O Estado de Sao Paulo en su sitio web a última hora del lunes.
La medida aumentaría los márgenes de ganancia en la venta de combustibles para la petrolera estatal y distribuidora Petrobras, que tiene una enorme red de distribución a través de su red de estaciones de servicio "BR".
La presidenta ejecutiva de Petrobras, Maria das Gracas Foster, ha hablado en repetidas ocasiones de la necesidad de subir los precios de los combustibles en los últimos meses en momentos en que la compañía se embarca en un plan de inversión de US$235.000 millones a cinco años para aumentar la producción de petróleo y ampliar la capacidad nacional de refino.
El artículo no cita fuentes, y funcionarios del ministerio de Energía y Petrobras no estuvieron disponibles inmediatamente para hacer comentarios.
El ministro de Finanzas, Guido Mantega, dijo a la prensa a mediados de diciembre que los precios de los combustibles con seguridad aumentarían en algún momento del 2013.
Petrobras ha mantenido estables los precios en las bombas desde hace una década, en gran parte obteniendo una rentabilidad pero a veces vendiendo con una pérdida dependiendo del precio internacional del crudo. Brasil, país rico en petróleo, importa la mayor parte de su combustible debido a la falta de capacidad de refino nacional.
El artículo del diario dijo que el gobierno estaba tratando de encontrar una manera de compensar el impacto inflacionario que tendría la subida de los precios del combustible. Ese ha sido uno de los recelos más importantes de los funcionarios con respecto a cualquier aumento.
El artículo dijo que el gobierno podría restablecer la mezcla de etanol en la gasolina de nuevo al 25% desde un 20% obligatorio en la actualidad, para amortiguar parte del impacto de la inflación, un ajuste que ya se había previsto, según el artículo.