El anuncio fue hecho por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, el banco de fomento al desarrollo del gobierno brasileño, en un comunicado en el que confirmó un préstamo por 300 millones de reales (unos US$150 millones) para financiar el proyecto.
Río de Janeiro. La empresa brasileña Bioflex Agroindustrial construirá en el estado de Alagoas (nordeste de Brasil) una planta de etanol de segunda generación con capacidad para producir hasta 82 millones de litros de combustible por cosecha y que será la segunda de su tipo en el mundo.
La única planta semejante en el mundo es una en operación en Italia. El anuncio fue hecho el martes por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), el banco de fomento al desarrollo del gobierno brasileño, en un comunicado en el que confirmó un préstamo por 300 millones de reales (unos US$150 millones) para financiar el proyecto.
El etanol de segunda generación es el producido a partir de biomasa y otros residuos vegetales, como el bagazo o la paja de la caña de azúcar, por lo que tiene capacidad de multiplicar la fabricación del combustible sin necesidad de ampliar las áreas cultivadas o la producción.
La planta en Sao Miguel dos Campos, municipio en el interior del estado de Alagoas, utilizará como fuente los residuos de la caña de azúcar ya destinada a la producción de etanol y tecnologías desarrolladas en Brasil para producir el combustible de segunda generación o celulósico.
Los recursos para el proyecto tendrán como fuente el Programa de Apoyo a la Innovación Tecnológica Industrial de los Sectores Sucroenergético y Sucroquímico, una línea de crédito creada por el Bndes para apoyar el desarrollo tecnológico de la cadena productiva de la caña de azúcar.
Según las previsiones del Bndes, con el aprovechamiento del bagazo que queda tras el procesamiento de la caña de azúcar, es posible elevar la producción de etanol en un 45% y alcanzar una productividad de hasta 10.000 litros de combustible por hectárea.