El ministro de Agricultura, Blairo Maggi, aseguró que la operación realizada para desarticular una banda que adulteraba las carnes empezó antes de 2017 y es la parte final de la investigación, por tanto no influirá en los embarques de carne al exterior.
Río de Janeiro. El gobierno brasileño descartó este miércoles que la nueva operación contra la manipulación de carnes de varias multinacionales en el país, escondiendo la presencia de bacterias de salmonella, pueda causar una suspensión de las exportaciones del sector.
El ministro de Agricultura, Blairo Maggi, aseguró ante los medios que la operación realizada este lunes para desarticular una banda que adulteraba las carnes empezó antes de 2017 y por ende es solo la parte final de unas largas investigaciones, por lo que no debe influir en los embarques de carne al exterior.
"No creo que la operación afecte las exportaciones. Si la acción fuera por cosas de hoy, sería diferente, pero no lo es. Son cosas del pasado, son cosas que quedaron atrás", dijo Maggi sobre la trama descubierta.
La policía brasileña desarticuló este lunes un grupo que falsificaba los certificados de calidad de la carne emitidos por cuatro fábricas de BRF, la mayor productora de pollos del mundo. Los cuatro centros de producción exportaban a 12 países que piden requisitos sanitarios específicos de control de las bacterias de salmonella.
Maggi aseguró que el Ministerio de Agricultura cree "en un 99%" que desde marzo de 2017, cuando se realizó una gran operación para desarticular una red que adulteraba las carnes antes de exportarlas, los frigoríficos de BRF ya no representan ningún problema por irregularidades.
Según él, la presencia de casos de contaminación de salmonella en los frigoríficos de BRF se redujo considerablemente. "Están en un padrón muy diferente de los demás, es casi un castigo para alguien que debería recibir un premio por haber hecho los deberes de casa", dijo.
Las autoridades sanitarias brasileñas permiten una tolerancia mayor de presencia de bacterias de salmonella en la carne de aves que muchos países. Preguntado si el gobierno brasileño no debería reducir tal presencia de la bacteria, Maggi dijo que científicamente, no es necesario.
"Científicamente no hay ningún problema en el consumo de esta carne, porque la carne de pollo no se consume cruda. Y a partir de 60 grados, todos los tipos de salmonella, con excepción de dos, son desactivadas, resaltó".
La operación de este lunes fue la segunda fase de la Carne Débil, lanzada en marzo de 2017 por la Policía Federal para desarticular un grupo que adulteraba las carnes, incluso las podridas o caducadas mediante productos químicos, para poder exportarlas.
El caso provocó que más de una veintena de países suspendieran las compras de carne brasileña, algo que el gobierno logró revertir posteriormente con estrictos controles de calidad y sanidad.