Con la oferta de 92 bloques costa afuera en las cuencas Campos, Santos, Pelotas y Potiguar, la subasta de este jueves solo contará con nueve empresas participantes, el número más bajo jamás registrado para una subasta de concesiones en el país.

Este jueves, Brasil realiza su 17° Ronda de Licitaciones por bloques exploratorios de petróleo y gas, con perspectivas para pocas áreas negociadas en comparación con las grandes subastas realizadas en los últimos años, en un evento que atrajo a un número reducido de empresas registradas.

Con la oferta de 92 bloques costa afuera en las cuencas Campos, Santos, Pelotas y Potiguar, el evento tiene solo nueve empresas registradas, el número más bajo para una subasta de concesiones en el país, pero con la presencia de grandes empresas como Chevron, Shell, TotalEnergies y Petrobras.

La gran expectativa, según especialistas, está en áreas que se ofrecerán cercanas al polígono presal, en las tradicionales cuencas de Campos y Santos, donde podría haber sinergias con campos ya en producción, y hay mayor conocimiento geológico y menos riesgos para obtener licencias.

La Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), responsable de la subasta, señaló el potencial de descubrimientos en el pre-sal en al menos tres bloques que se ofrecerán en la Cuenca de Santos.

"En términos de precio del petróleo, es un buen momento para la subasta. Recientemente, el petróleo Brent alcanzó los US$ 80 el barril. Las empresas que ingresaron son de gran calidad, tienen grandes empresas internacionales", dijo Giovani Loss, socio de la práctica de Infraestructura y Energía de Mattos Filho.

"Pero probablemente tendremos varios bloques que no tendrán una 'licitación', ya que tenemos un número reducido de empresas registradas", dijo.

También están registradas empresas relativamente más pequeñas como Ecopetrol, Murphy, Karoon, Wintershall Dea y 3R.

Riesgos ambientales. Otro factor que podría afectar la ronda es una posible inseguridad jurídica en torno a las cuencas Pelotas y Potiguar. Las áreas han sido objeto de demandas judiciales y protestas de grupos ambientalistas debido a su proximidad a regiones consideradas ambientalmente sensibles.

En Brasil, la licencia ambiental la llevan a cabo las empresas petroleras después de haber ganado las áreas y no hay garantía de que al final del proceso realmente obtengan la garantía para explorar.

En una entrevista reciente con Reuters, la exdirectora general de la ANP, Magda Chambriard, destacó que Pelotas no tiene descubrimientos hechos y Potiguar se encuentra en el margen ecuatorial en aguas profundas, poco explorado y con un historial de dificultades para obtener licencias ambientales.

La dificultad de los empresarios para obtener licencias para perforar en áreas consideradas nuevas fronteras en Brasil puede ser un factor que dificulta la negociación de bloques de ambas cuencas.

Luciana Gil, socia en el área ambiental de Bichara Advogados, cree que si las áreas fueran subastadas con licencia previa otorgada, serían más atractivas para los inversionistas. "Pero como nadie quiere pagar los costos, todo depende del emprendedor", dijo.

También destacó que el licenciamiento ambiental siempre es necesario para actividades con impacto como la exploración petrolera, pero que sirve precisamente para que se conozcan y mitiguen los riesgos, que se tomen medidas de control y compensación, y que se puedan realizar inversiones, con beneficios para todos.