El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, sostuvo que 11 de las 12 sedes estaban a tiempo en sus faenas y prometió además que las otras obras de infraestructura en las cuales se trabaja, entre ellas los aeropuertos, podrán manejar el número esperado de visitantes.

Reuters. Brasil, que se ha visto muy golpeado por los retrasos y luchas internas en su preparación para albergar el Mundial de fútbol 2014, podría organizar el evento dentro de dos meses más si fuera necesario, dijo este viernes el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

El funcionario sostuvo que 11 de las 12 sedes estaban a tiempo en sus faenas y prometió además que las otras obras de infraestructura en las cuales se trabaja, entre ellas los aeropuertos, podrán manejar el número esperado de visitantes.

Rebelo también defendió el precio rebajado de boletos para familias de bajos ingresos y los indios nativos de Brasil, un tema que ha provocado conflictos entre el Gobierno brasileño y al ente rector del fútbol, la FIFA.

"Las personas podrían pensar que estoy exagerando, pero mi impresión es que si Brasil organizara la Copa del Mundo dentro de dos meses, estaríamos listos", dijo Rebelo en el programa "Buenos días, ministro", transmitido por el canal gubernamental NBR.

"Podemos hacer todo lo previsto para el Mundial", agregó Rebelo, nombrado en octubre en reemplazo de Orlando Silva, quien renunció al cargo bajo acusaciones de corrupción.

Rebelo dijo que el único estadio que se había retrasado en sus obras era el Beira-Rio, en Porto Alegre, donde los trabajos han estado paralizados durante casi seis meses.

Población indígena. Rebelo restó importancia a los informes de los medios de prensa de que algunos desacuerdos entre la FIFA, que quiere tener el control total sobre los precios de las entradas, y el Congreso de Brasil, que quiere rebajas para ciertos sectores de la población.

La FIFA ha dicho que Brasil debe aprobar cualquier ley aplicando sus condiciones, generando la molestia del Congreso, donde algunos políticos han visto la demanda como una afrenta a la soberanía del país.

"Al igual que las entradas para jubilados y estudiantes, pedí que una porción de entradas se reserven para las familias de bajos ingresos y para la población indígena", dijo Rebelo.

"No tendría sentido celebrar la Copa del Mundo en Manaos y no permitir que la población indígena vea los partidos", agregó, en referencia a la ciudad situada en el corazón de la selva amazónica.

Rebelo agregó que Brasil ha albergado grandes eventos y que los aeropuertos podrían enfrentar la gran demanda que se espera de visitantes, incluso si la cantidad de turistas fuera mayor a lo previsto.

"El carnaval de Río de Janeiro moviliza a más personas en una semana que lo tendremos en el Mundial", dijo.

"Salvador y Recife también tienen una presencia mucho más grande de personas en sus carnavales", agregó.