El Ministerio de Comercio Exterior de Brasil abrió esta semana una investigación para la aplicación de aranceles o cuotas a la importación de vinos.
Sao Paulo. Brasil estudia limitar la entrada de vinos importados, en un nuevo giro proteccionista para blindar una industria castigada por la apreciación del real que podría frenar las exportaciones de Chile a la mayor economía de América Latina.
El Ministerio de Comercio Exterior de Brasil abrió esta semana una investigación para la aplicación de aranceles o cuotas a la importación de vinos, a pedido de la industria brasileña alarmada por un aumento de 14,7% de las importaciones en el 2011.
Chile es el principal exportador de vinos a Brasil con US$84,9 millones en el 2011, un 16% más que el año anterior.
"Chile tiene hoy una preferencia arancelaria de 100%. No paga impuestos de importación. Nuestro objetivo es que esa situación se modifique o se establezcan restricciones cuantitativas", dijo el director ejecutivo del Instituto Brasileiro do Vinho, Carlos Paviani.
El anuncio de la investigación llega tras la imposición de límites a la importación de automóviles mexicanos acordada este jueves tras una amarga disputa entre las dos mayores economías de América Latina.
En ambos casos los argumentos son los mismos: proteger a una industria castigada por la apreciación del real y la pérdida de competitividad.
Brasil ha tomado varias medidas para frenar el avance de su moneda, que ha ganado terreno ante fuertes flujos de dinero por parte de inversionistas que buscan mayores retornos que los que pueden encontrar en economías desarrolladas.
"Las informaciones presentadas (por la industria brasileña) contenían indicios suficientes de que el crecimiento de las importaciones de vinos ocurrió en condiciones que causan perjuicios graves para la industria doméstica", dijo el Ministerio de Comercio Exterior al explicar la apertura de la investigación.
Pese al reciente frenazo de su economía, Brasil continúa siendo un atractivo mercado de casi 200 millones de habitantes con una clase media en expansión y sedienta de consumo.
Chile y otros exportadores aumentaron sus ventas a Brasil tras la crisis que secó el mercado Europeo. Los vinos chilenos representaron un 33,8% del total importado por Brasil en el 2011, según cifras del Ministerio de Comercio Exterior.
Un representante de la agencia de promoción comercial de Chile en Sao Paulo declinó comentar sobre el posible impacto de las restricciones brasileñas.
Las medidas no afectarían a la importación de vinos de Argentina y Uruguay, socios de Brasil en la unión aduanera Mercosur.
Sí están expuestos Portugal, Italia, Francia y España, países en una agresiva búsqueda de nuevos mercados para compensar la pérdida de terreno en Europa.
La industria brasileña dijo que las futuras restricciones permitirían reestructurarse y aumentar su cuota de apenas un 19,5% en el mercado de vino de alta calidad.
"Si duplicásemos nuestra participación en el mercado sería significativo", dijo Paviani, agregando que "o nos consolidamos en el mercado interno o vamos a dejar de existir".
