"Las normas actuales establecen que el líder del consorcio tiene que ser una empresa nacional. Vamos a flexibilizarlas para que ese liderazgo pueda ser ejercido por una empresa extranjera", dijo la viceministra de Transportes, Natalia Marcassa.
El Gobierno brasileño quiere facilitar el acceso de empresas extranjeras a las concesiones para la administración y construcción de carreteras en el país.
Según explicó el jueves la viceministra de Transportes, Natalia Marcassa, la intención del Ejecutivo es modificar las normas que rigen en las licitaciones para las carreteras, de modo que se favorezca la entrada de grupos extranjeros como líderes en los proyectos para construir y operar carreteras federales en Brasil.
"Las normas actuales establecen que el líder del consorcio tiene que ser una empresa nacional. Vamos a flexibilizarlas para que ese liderazgo pueda ser ejercido por una empresa extranjera", dijo Marcassa en rueda de prensa.
El Gobierno brasileño quiere atraer capital privado, especialmente extranjero, en proyectos para construir y operar plantas eléctricas, líneas de transmisión, carreteras, ferrocarriles y puertos, entre otros, debido al mal momento que vive la economía del país, que este año debe contraerse un 1,5 por ciento, y a la necesidad de ampliar y mejorar las infraestructuras.
De acuerdo con la viceministra, las diferentes modificaciones en estudio establecen "flexibilizaciones menores" en las exigencias para habilitar empresas, incluidas extranjeras, con interés de operar carreteras en Brasil.
"Son cosas simples pero que, a veces, dependen de un impulso burocrático. Nuestro objetivo es mejorar las condiciones de la participación internacional en las licitaciones", agregó.
Con la medida, también se busca que empresas pequeñas participen en los concursos para administrar carreteras menores, de 200 ó 300 kilómetros.
"Vamos a necesitar más empresas interesadas, porque tenemos un conjunto de 16 trechos de carreteras que ofreceremos en concesión entre 2015 y 2016", aseguró.
En junio, la presidenta Dilma Rousseff lanzó el Programa de Inversión en Logística, que contempla inversiones por 198.400 millones de reales (unos US$56.685,7 millones) en los próximos cuatro años en la construcción de aeropuertos, carreteras, ferrocarriles y puertos.