La decisión fue anunciada mientras el presidente ejecutivo de la filial brasileña de Chevron testificaba ante el Congreso de Brasil, donde se disculpó públicamente por el derrame del 8 de noviembre.
Brasilia. Brasil suspendió este miércoles los derechos de perforación de la firma Chevron en su territorio, hasta que se aclaren las causas del derrame de crudo en un campo de la empresa, el más reciente giro en una tormenta política que amenaza al papel de la compañía estadounidense en la bonanza petrolera del país.
La decisión fue anunciada mientras el presidente ejecutivo de la filial brasileña de Chevron testificaba ante el Congreso de Brasil, donde se disculpó públicamente por el derrame del 8 de noviembre en el que se filtraron cerca de 2.400 barriles de crudo al océano frente a la costa de Río de Janeiro.
La Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) de Brasil dijo que decidió detener los derechos de perforación de Chevron después de que determinó que la compañía fue "negligente" en su estudio de datos necesario para perforar y en la planificación de contingencia para abandonar el pozo en caso de un accidente.
La agencia también rechazó una petición que Chevron realizó antes del derrame para perforar en áreas subsal en el campo Frade donde ocurrió el derrame. El campo se ubica en la Cuenca Campos y es el único bloque en Brasil donde Chevron produce crudo como operador.
La Cuenca Campos es actualmente la fuente de más del 80% de la producción de Brasil.
Aunque Chevron dijo este miércoles en la noche que no había recibido una notificación formal de la suspensión, la firma anunció una paralización voluntaria e indefinida de todas sus perforaciones actuales y futuras frente a las costas de Brasil, excluyendo las obras de conexión y abandono.
"Chevron reconoce, sin embargo, que la ANP publicó un aviso de suspensión en su sitio web", agregó la compañía.
La única plataforma que trabaja para Chevron frente a las costas de Brasil es Sedco 706 de Transocean Ltd, que perforó el pozo donde se produjo la filtración.
Oscuro recordatorio. El derrame es un oscuro recordatorio de los riesgos que involucran las perforaciones a gran profundidad, enfriando la euforia ante las enormes reservas subsal que Brasil halló en el 2007 hasta a 7 kilómetros debajo del lecho marino.
El país apuesta a esas reservas de hasta 100.000 millones de barriles para acelerar su desarrollo.
Chevron anteriormente había perforado a profundidades subsal en el campo, que también es propiedad de la firma estatal petrolera Petrobras y de Frade Japão, un consorcio japonés.
La firma estadounidense es dueña de un 52% de Frade, la brasileña de un 30 por ciento y los japoneses de un 18%.
La segunda mayor compañía petrolera estadounidense ya ha sido castigada con US$28 millones por la agencia ambiental brasileña debido al derrame, una cantidad que seguramente aumentará bruscamente cuando la ANP y el gobierno del estado de Río apliquen multas a la firma, como han prometido hacerlo.
Chevron ya había detenido todas sus operaciones de perforación locales después de la filtración, antes de que la ANP anunciara la suspensión. La ANP dijo que la suspensión seguirá vigente hasta que la firma estadounidense restaure totalmente las condiciones de seguridad en el campo.
Defensa. El presidente ejecutivo de Chevron en Brasil, George Buck, dijo el miércoles a los legisladores locales que la compañía "actuó tan rápido y prudente como fue posible" y "utilizó todos los recursos" para contener y detener el flujo de petróleo desde el pozo.
"Controlamos la fuente (del derrame) en cuatro días. Trabajamos con transparencia y cooperación con las autoridades de Brasil", dijo Buck a los legisladores brasileños.
Investigaciones. Chevron atribuyó inicialmente el "brillo" en la superficie del mar a filtraciones que ocurren de manera natural desde el fondo del mar. La compañía está siendo investigada por la Policía Federal, que halló discrepancias entre la versión de Chevron sobre el derrame y la del Gobierno.
La filtración en el campo Frade, si bien es pequeña, seguramente brindará mayores argumentos a la creciente oposición mundial a las perforaciones submarinas como consecuencia del derrame de 4 millones de barriles de crudo en la plataforma Deepwater Horizon de BP en el Golfo de México en el 2010.
El flujo de crudo ha sido detenido, salvo por gotas que aún surgen desde una fisura en el lecho marino, pero se espera que se acaben en unos días. Chevron dijo que la "mancha" en la superficie del mar ahora equivale a cerca de un barril.
La mayoría del crudo ha sido dispersado mecánicamente, mientras que 350 metros cúbicos de agua aceitosa han sido recuperados y serán sometidos a procesamiento.
Al hablar ante una concurrida comisión del Congreso a través de una intérprete, Buck dijo que Chevron aún no entiende cómo el crudo subió 173 metros hasta el lecho marino después de que la roca se "partió" mientras se perforaba una columna de 22 centímetros de ancho.
"Tenemos una investigación en marcha. Compartiremos las lecciones que aprendamos con la gente de Brasil para asegurarnos de que esto nunca ocurra aquí o en ninguna otra parte del mundo", dijo Buck.
Legisladores, algunos de los cuales calificaron el derrame como un "crimen, también expresaron su molestia contra la ANP en la audiencia de cuatro horas en la que dijeron se probó que está mal equipada y mal preparada en momentos en que Brasil busca aumentar rápidamente su producción de crudo.
La producción no se ha visto afectada en el campo Frade, que produce cerca de 79.000 barriles por día, o un 4% del bombeo diario total del país.
Petrobras ha evitado hasta el momento las críticas que ha enfrentado Chevron, a pesar de que aprobó los planes de desarrollo del campo Frade, del que posee cerca de un tercio de su propiedad.
Chevron también es dueña de un 30% en el cercano proyecto Papa-Terra de US$5.200 millones, que es operado por Petrobras. Petrobras y Chevron esperan producir cerca de 140.000 barriles de petróleo y gas equivalente desde Papa-Terra en el 2013.