Rousseff y Mujica sellaron una "sólida alianza" que está creando una convergencia entre "dos democracias estables que respetan contratos y los derechos humanos", dijo la mandataria brasileña en un discurso.
Montevideo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acordó este lunes con su colega de Uruguay, José Mujica, la construcción de una línea de interconexión eléctrica de 500 kilómetros, además de un puente, una hidrovía y una línea ferroviaria.
Rousseff y Mujica, dos ex guerrilleros que fueron torturados y sufrieron prisión, sellaron una "sólida alianza", que está creando una convergencia entre "dos democracias estables que respetan contratos y los derechos humanos", dijo la mandataria brasileña en un discurso.
Los presidentes se reunieron durante más de dos horas y acordaron también realizar un seguimiento en el comercio bilateral, que alcanzó un volumen de US$3.000 millones en 2010.
"Tenemos que ver a Brasil como un inmenso mercado para nuestros productos", dijo Mujica, y agregó que no hay que detenerse en los pequeños problemas".
La presidenta brasileña, quien llegó a Montevideo para una corta visita junto a ocho ministros, se comprometió a "acelerar la construcción de un segundo puente sobre el río Jaguarón", y tener implementada una vía férrea a fines de 2011 que conecte la capital uruguaya con la ciudad brasileña de Cacequi.
Brasil y Uruguay implementarán una hidrovía de 1.200 kilómetros, principalmente para el transporte de mercaderías agrícolas en el sur brasileño y en el norte uruguayo, según indicó la mandataria.
Rousseff defendió el bloque Mercosur -integrado por Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina- indicando que es "una de las regiones que más crece en el mundo", y aseguró la colaboración de Brasil para implementar un plan para "masificar" el acceso a un servicio de banda ancha de internet para los uruguayos.