Tras la reciente visita del presidente uruguayo Tabaré Vázquez a Sao Paulo, se espera que en los próximos días llegue una delegación de Azul al país "para iniciar las gestiones para ver cómo certificar en Uruguay para empezar a volar", comentó un informante, quien agregó que hay "mucho interés" por parte de la compañía en concretar este negocio.
El Observador de Uruguay. El lunes de esta semana el presidente Tabaré Vázquez voló a San Pablo para reunirse con un nutrido grupo de empresarios del corazón industrial del país vecino. A Vázquez lo acompañaron tres integrantes de su gabinete: el canciller, Rodolfo Nin Novoa; el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, y la titular de Turismo, Liliam Kechichian.
Además de participar en el almuerzo con el que los paulistas agasajaron al mandatario en el hotel Grand Hyatt, Rossi y Kechichian mantuvieron una reunión con el presidente y el vicepresidente de la aerolínea brasileña Azul.
Durante el encuentro, los ejecutivos manifestaron a los representantes del Poder Ejecutivo su intención de montarse como una empresa de bandera nacional con base en Montevideo, indicó una fuente al tanto de la reunión a El Observador.
De hecho, se espera que en los próximos días llegue una delegación de Azul al país "para iniciar las gestiones para ver cómo certificar en Uruguay para empezar a volar", comentó el informante, quien agregó que hay "mucho interés" por parte de la compañía en concretar este negocio.
La aerolínea –que ya conecta a la capital uruguaya con Porto Alegre– requeriría para la operativa que tiene planeada disponer de entre seis y ocho aviones en suelo uruguayo.
En la charla que mantuvieron con los ejecutivos brasileños, los ministros uruguayos pidieron que, en caso de aterrizar en Uruguay, Azul estudie la posibilidad de incorporar personal de Alas Uruguay, la aerolínea nacional que suspendió sus operaciones sobre fines de octubre. Se estima que la compañía norteña emplearía entre 100 y 120 personas en una etapa inicial, señaló la fuente.
A su turno, los brasileños expresaron que si la firma toma la decisión de convertirse en aerolínea de bandera uruguaya necesita que los permisos y las autorizaciones correspondientes sean otorgados de manera expeditiva. Azul no puede perder tiempo ni dinero, fue el mensaje que se transmitió a los secretarios de Estado.
A su regreso a Uruguay, Kechichian había señalado que altos directivos de una aerolínea brasileña habían expresado su interés por contratar a parte de los trabajadores de
Alas Uruguay, pero no de asociarse con la uruguaya, informó La República en ese momento.
Una empresa "muy importante". El nombre de la aerolínea brasileña viene sonando desde hace unos cuantos días.
Cuando el jueves de la semana pasada el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, se refirió a la venta frustrada de Alas Uruguay a la chilena Latin American Wings (LAW), dijo que las carteras de Trabajo y de Transporte habían enviado 15 días atrás a una delegación a San Pablo para reunirse con responsables de la empresa norteña.
Durante un encuentro con periodistas en la sede ministerial, Murro afirmó que Azul es "una empresa muy importante a nivel internacional"
Un día antes El País había consignado que el director nacional de Trabajo, Juan Castillo, fue uno de los que viajó a Brasil por este asunto.
Azul, dijo el titular de Trabajo en aquella oportunidad, "ha manifestado interés en estudiar la situación".
Una compañía que llega a 14 países. Azul, fundada en 2008, es uno de los principales jugadores del sector en Brasil. La compañía vuela a 14 países. Según la información que divulgó en junio de este año (cuando se supo que empezaría a realizar la ruta Montevideo-Porte Alegre), la aerolínea emplea a 11 mil trabajadores y llega a más de 80 destinos solamente dentro de Brasil. Entre diciembre y marzo pasado, Azul trabajó la ruta Punta del Este-Campinas (San Pablo) y Punta del Este-Porto Alegre (Río Grande del Sur), para atender el flujo de turistas brasileños que llegan al principal balneario uruguayo durante la temporada de verano.