CSN desistió de la compra de los activos de cemento y acero del español Grupo Alfonso Gallardo citando un incumplimiento contractual, como también de la compra de tres plantas en España y una en Alemania.
Sao Paulo. Los planes de la acería brasileña CSN de crecer a través de adquisiciones sufrieron varios reveses este viernes tras el fracaso de un negocio en España y nuevos obstáculos para comprar una participación en su archirrival Usiminas.
CSN desistió de la compra de los activos de cemento y acero del español Grupo Alfonso Gallardo citando un incumplimiento del contrato.
El acuerdo, que había sido anunciado en mayo, involucraba la compra de tres plantas en España y una en Alemania. También consideraba asumir una deuda de US$1.310 millones.
CSN "rescindió la compra basada en los términos previstos en el contrato" y está "tomando todas las medidas para defender sus derechos", dijo la empresa según un comunicado enviado al regulador.
Alfonso Gallardo, con sede en Jerez de los Caballeros, España, exigió, a través de un comunicado enviado a Reuters, que el acuerdo se complete y negó haber incumplido el contrato.
La firma española agregó que había presentado una acción en una corte de arbitraje para exigir que CSN cumpla con los términos del contrato, en virtud del cual la acería brasileña había acordado comprar a la cementera Cementos Balboa, a Corrugados Azpeitia y a Corrugados Lasao, todas firmas localizadas en España.
Un portavoz de CSN en Sao Paulo no tenía conocimiento de la respuesta de Grupo Gallardo y declinó a realizar comentarios.
Las acciones de CSN, la acería más rentable de Brasil, llegaron a subir un 3,4%, a 16,28 reales, su mayor nivel en seis semanas, después de que el colapso de la compra de Gallardo alivió preocupaciones entre inversores de que la empresa pudiera pagar de más por activos para expandirse en el exterior.
Usiminas. La situación remarca la agresiva forma de hacer negocios del presidente ejecutivo de CSN, Benjamin Steinbruch, quien también intenta comprar una participación suficiente de su rival mayor Usiminas para tener un puesto en el directorio.
Ese intento sufrió otro golpe este viernes, después de que el grupo de accionistas que controla Usiminas negó que esté considerando colocar a la venta parte o toda su participación.
El grupo incluye a la japonesa Nippon Steel y a los conglomerados industriales locales Camargo Correa y Grupo Votorantim.
Las acciones de CSN han perdido un 37% este año por preocupaciones de que Steinbruch pueda lanzar una serie de adquisiciones en su intento por diversificar la empresa hacia la minería, el cemento y la logística.
Un reporte de un medio de comunicación que no menciona fuentes indicó la semana pasada que CSN ofreció a Votorantim y Camargo Correa hasta US$3.000 millones por su participación combinada de un 26% de acciones con derecho a voto en Usiminas.
CSN ha estado elevando su participación en Usiminas este año para presionar por un asiento en el directorio de la acería, que lucha contra una elevada tasa de importación de productos de acero plano, una moneda sobrevalorada y una falta de autosuficiencia en materias primas.
Las acciones de Usiminas subían un 1,73% a media sesión, a 12,35 reales.