En el último trimestre de 2020, la empresa de telecomunicaciones que se encuentra en proceso de reorganización judicial, se vio beneficiada por un crédito fiscal diferido por US$ 602 millones que impulsó sus resultados.
La operadora brasileña Oi, que se encuentra en proceso de reorganización judicial, registró un ingreso neto consolidado de R$ 1.798 millones (US$ 312 millones) en el cuarto trimestre de 2020, revirtiendo una pérdida de R$ 2.281 millones (US$ 396 millones) del año anterior, beneficiada por el crédito fiscal.
En el trimestre, la empresa de telecomunicaciones registró un crédito por Impuesto sobre la Renta y Contribución Social diferido por el monto de R$ 3.468 millones (US$ 602 millones). Los ingresos netos totales, a su vez, alcanzaron los 4.777 millones de reales (US$ 829 millones), un 2,8% menos respecto al año anterior.
El beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda) creció un 5,5% a R$ 1.491 millones (US$ 258 millones), con un margen que se elevó 2,4 puntos porcentuales hasta el 31,2%, según datos publicados este lunes.
La deuda neta de la empresa creció a 21.797 millones de reales (US$ 3.785 millones) en los últimos tres meses de 2020, desde los 15.927 millones de reales (US$ 2.766 millones) del mismo período del año anterior.
Oi dijo que tenía un efectivo disponible de 4.554 millones de reales (US$ 790 millones) en el cuarto trimestre, frente a los 2.300 millones de reales (US$ 400 millones) del último trimestre de 2019.