La primera central que entrará en operaciones será la de Monterrey con una capacidad de almacenamiento de 700.000 barriles, cuya construcción ya está en marcha. Se prevé que inicie operaciones en el primer trimestre del próximo año.
Cancún. La firma Bulkmatic, de origen estadounidense, está construyendo una planta de almacenamiento de combustible en Monterrey, Nuevo León, pero además inició trámites para la edificación de otras dos centrales, una en Tula, Hidalgo, y otra en Hermosillo, Sonora, informó Francisco Soto, presidente de la compañía en México.
La inversión total es cercana a los 3.000 millones de pesos (US$150,3 millones) y la primera planta en entrar en operaciones será la de Monterrey, la cual se inaugurará en el primer trimestre del 2019 con una capacidad de almacenamiento de 700.000 barriles, que equivale al consumo de 10 días en Monterrey.
El combustible será importado desde Texas y suministrado vía ferrocarril, desde donde se distribuirá en pipas a los distintos puntos de venta de la zona.
A mediano plazo, la capacidad se ampliará con la instalación de más tanques de almacenamiento con una capacidad para 60.000 barriles diarios de Magna, Premium y Diesel.
La planta de Tula en Hidalgo se encuentra en trámites. Tendrá una capacidad de 690.000 barriles de combustible y su fecha tentativa de inauguración es durante la primera mitad del próximo año.
En el caso de Hermosillo, también la planta se encuentra en la tramitación de permisos locales y federales. Tendrá una capacidad para 300.000 barriles y se proyecta que estará lista para operar a finales del 2019, informó Francisco Soto.
Se trata, dijo, de una gran apuesta por México, donde la empresa tiene 20 años de experiencia y hoy más que nunca se están generando grandes expectativas de inversión en diversas áreas de la industria energética.
Particularmente, en el rubro de infraestructura de almacenamiento, donde la inversión está fluyendo con cierta lentitud, luego de que durante muchos años el monopolio estuvo en manos del Estado y ahora está costando trabajo cambiar la dinámica de los empresarios que se acostumbraron a depender de un solo proveedor, que era Petróleos Mexicanos, explicó.
Incertidumbre. Sin embargo, también hay cierta reserva en las inversiones por el tema electoral en México y los riesgos de eventuales expropiaciones o cambios en las condiciones de competencia que se habían abierto con la reforma energética, añadió el directivo.
Manifestó que hay, incluso, inversiones detenidas, respecto de las que no se sabrá si se ejecutarán en México sino hasta después de las elecciones de julio próximo.
“De cualquier manera, gane quien gane en las elecciones, México seguirá siendo un país importador de combustibles por varios años más”, dijo el presidente de Bulkmatic en el país.
En entrevista aparte, Ramses Pech, director de la firma consultora Caraiva y Asociados, destacó no coincidir con las voces que hablan de riesgo de expropiaciones o de fuga de capitales en función de los resultados de las elecciones de julio próximo.
El consultor aseguró que las oportunidades de negocio en el sector energético son muy atractivas por la rentabilidad de que ofrecen, por lo que difícilmente habrá quien decida cancelar negocios de gran valor que ya están en marcha.