La mayoría de estas están en la zona norte del país andino, especialmente en Piura, según informó la gerente técnico de Vivero Los Viñedos, Mercedes Auris.
Lima. Cada año se incorporan 900 hectáreas adicionales de tierras dedicadas al cultivo de la vid en el Perú, la mayoría en la zona norte de ese país especialmente en Piura, informó la gerente técnico de Vivero Los Viñedos, Mercedes Auris.
Explicó que la alta rentabilidad de la vid, en no menos de 20%, y su corto período de recupero de la inversión (al año o al año tres meses) hacen de este cultivo uno de los más atractivos de la agroexportación.
Igualmente, subrayó que la crisis económica en Europa que podría afectar uno de los mercados de destino de las uvas peruanas, no ha detenido el ritmo de crecimiento de las áreas de cultivo de la vid, reportó la revista AgroNegociosPerú.
Destacó que del total de nuevas áreas, un 60% es plantada con diversas variedades de uvas de mesa sin semillas y el 40% restante con red globe.
“Diversificar la oferta da al productor una mejor capacidad de negociación así como la posibilidad de salir en diferentes épocas, con uvas más tempranas a mercados como Estados Unidos e Inglaterra, y con red globe a China que ha resultado una excelente plaza para Perú”, explicó.
Las variedades de uva de mesa sin semilla que más se cultivan son la thompson, superior, flame crimsom y autum, precisó.
No obstante, recomendó para épocas de crisis en el mercado externo desarrollar el mercado nacional, que ha sido descuidado, o insistir con los mercados de la región como Brasil, Colombia, Ecuador y especialmente Panamá, un mercado muy interesante pero muy desatendido.
Manifestó que el futuro de la uva de mesa en Perú es muy promisorio, aunque es necesario capacitar a mucha mano de obra calificada, la cual no es escasa sino está mal distribuida.
Asimismo, consideró necesario tener un mayor control sobre el ingreso de material genético de Chile y Estados Unidos a fin de evitar la plaga de la lobesia botrana que por un descuido ingreso a América del Sur por Chile y es una amenaza latente contra la industria vitícola en Perú.