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Canadiense Potash, en un gran lío para vender su parte en minera chilena SQM
Jueves, Diciembre 14, 2017 - 08:27

Quien desee comprar el 32% que tiene la canadiense Potash Corp en la controvertida minera chilena SQM, cuyas acciones han trepado un 80% este año, tendrá que resolver primero un complejo rompecabezas político antes de firmar cualquier acuerdo.

Santiago. La oportunidad de adquirir una considerable participación en uno de los mayores productores mundiales de litio, un mineral clave en la fabricación de baterías de autos eléctricos que vive un auge en su demanda, ha tentado a una serie de pretendientes en el mundo.

Pero el comprador del 32% que tiene la canadiense Potash Corp en la controvertida minera chilena SQM, cuyas acciones han trepado un 80% este año, tendrá que resolver primero un complejo rompecabezas político antes de firmar cualquier acuerdo.

Aunque los inversores prefieren que el multimillonario conservador Sebastián Piñera se imponga en el balotaje presidencial del domingo, ni él ni su oponente, el oficialista Alejandro Guillier, han mostrado opinión favorable de la minera, protagonista de mediáticos escándalos en los últimos años.

Las autoridades acusan a SQM de incumplir con el pago de regalías, infringir la normativa ambiental y financiar ilegalmente campañas políticas, lo que hace que la venta de Potash sea más complicada de lo esperado.

SQM niega las acusaciones.

Actualmente la empresa está en medio de un proceso de arbitraje con el Estado sobre las regalías que paga por el Salar de Atacama, depósito rico en litio y fuente de la mitad de sus ingresos. SQM confía en que se resolverá a su favor.

Pero incluso si lograra sortear ese obstáculo, la firma aún tendría que renegociar su cuota de producción con un gobierno entrante que probablemente no la verá con simpatía.

Y los tiempos no ayudan a Potash. Los reguladores le han dado plazo hasta abril de 2019 a la productora de fertilizantes para que se deshaga -entre otras- de su participación en SQM, valorada en unos US$4.800 millones, si es que desea concretar su propuesta fusión con la rival Agrium Inc.

Para peor, el gerente general de SQM dijo recientemente que el arbitraje con la agencia estatal Corfo podría prolongarse durante todo el 2018, lo que arroja incertidumbre sobre el espacio de negociación que tiene Potash.

El jefe de la canadiense, Jochen Tilk, se reunió la semana pasada con Eduardo Bitrán, quien dirige la Corfo, poco después de que fracasaron los últimos esfuerzos de conciliación entre SQM y la entidad en octubre.

El portavoz de Potash, Randy Burton, no quiso hacer comentarios sobre el encuentro.

Pero Bitrán aseguró a periodistas el miércoles que "lo que quiso (Tilk) era enterarse de la situación del arbitraje con SQM, porque al tener que vender obligatoriamente, este conflicto es un problema".

Representantes de la gigante minera anglo-australiana Rio Tinto, de la productora estadounidense de litio Albemarle y de la firma china de capital privado GSR Capital también se han reunido con Bitrán en las últimas semanas, según registros del sitio en internet de Corfo.

Fuentes dijeron a Reuters el mes pasado que Rio Tinto y GSR estudian hacer una oferta por la parte de Potash en SQM.

Si bien ellos y otros están interesados en la posibilidad de comprar la participación, es poco probable que Potash llegue a un acuerdo sin la garantía de que Corfo extenderá la cuota de producción en el Salar de Atacama.

"Hay mucha acción y mucho interés porque (el litio) es la materia prima más sexy del planeta", dijo Ben Isaacson, analista de Scotiabank. "Pero si estoy comprando la participación de Potash, ciertamente no gastaría US$4.000 o US$5.000 millones preguntándome si SQM podría tener que dejar de producir en cinco años", agregó.

"Muy poco riesgo en el precio". El precio de las acciones de SQM ya tiene incorporado tanto un fallo arbitral favorable como una renegociación exitosa de la cuota de producción, explicó Seth Goldstein, analista de renta variable de Morningstar en Chicago.

Los títulos de la minera cayeron levemente después de la primera vuelta presidencial el 19 de noviembre, pero todavía se cotizan cerca de 52 dólares por papel, por encima de la media de las recomendaciones de los analistas, según datos de Thomson Reuters Eikon.

"Parece haber muy poco riesgo en el precio", dijo Goldstein, quien estima que el valor razonable de SQM es de US$46 por acción. "El mercado parece estar asumiendo que van a tener un resultado exitoso en la disputa y luego negociarán un nuevo arrendamiento a más largo plazo", agregó.

Un fallo que permita a SQM mantener su contrato no significará el fin de los problemas de la compañía. Al ritmo actual de extracción en el Salar de Atacama, la minera alcanzaría su cuota en el 2023.

Eso significa que SQM debería llegar a un acuerdo con Corfo para mantener la producción. Pero la empresa se ha enfrentado reiteradamente con el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, por lo que una victoria de Guillier, que ha prometido continuidad, sería un mal augurio.

Aún si ganara su rival, la situación no luce mejor. Recientes declaraciones de Piñera que atacan al accionista mayoritario de la compañía hacen suponer que su agenda promercado puede ser de poco consuelo para SQM.

"Yo no soy amigo de Ponce Lerou, al revés", dijo Piñera en una reciente entrevista con el diario local La Tercera, refiriéndose a Julio Ponce, exyerno del dictador Augusto Pinochet, quien renunció como presidente de SQM el año pasado después de que investigaciones descubrieron uso de información privilegiada y financiamiento ilegal de políticos.

Arreglar las relaciones con las autoridades puede requerir primero un acuerdo para comprar la parte del polémico Ponce. Bitrán dijo a Reuters este año que una buena relación con SQM era imposible mientras Ponce tuviera el control.

En el 2016, Ponce ofreció vender una participación indirecta superior al 20 por ciento de la minera, valorada en US$1.500-US$2.000 millones, pero el proceso finalizó sin éxito.

"Creo que si estás buscando comprar la participación (de Potash), tienes que tener al menos dos conversaciones. La primera es con el gobierno chileno. La segunda tiene que ser con Ponce", dijo Isaacson.

Autores

Reuters