El ente ferroviario disminuyó en el primer trimestre su carga y la proyección para 2014 muestra que su actividad será similar a la registrada en los años 2002 y 2003.
Desde 2008 ha disminuido la cantidad de carga que transporta AFE desde y hacia el interior del país. Fueron casi 1,4 millones de toneladas llevadas por tren en 2008, entre cemento, piedra caliza, combustible, madera, arroz y cebada, entre otros productos. En 2013, el ente ferroviario cerró con 1.010.000 toneladas transportadas. La falta de personal, un deterioro en la flota y dificultades en la transición del nuevo modelo llevan a que 2014 se presente como un año con dificultades para superar la base de 1 millón de toneladas transportadas.
Según datos oficiales, AFE trasladó en el primer trimestre de este año 200 mil toneladas, cuando en el mismo período de 2013 fueron 254 mil. Si bien la diferencia no parece significativa, muestra una tendencia casi irreversible para el resto del año. La proyección para 2014, por lo tanto, indica que AFE transportará 800 mil toneladas, una cifra comparable a los años 2002 y 2002, cuando Uruguay enfrentó su peor crisis económica y social, según datos a los que accedió El Observador y que son consignados, en parte, en el informe Uruguay: Análisis del Potencial Ferroviario y Demande de Mercado 2015, realizado por el ingeniero Jorge Kohon y su colega Elías Rubinstein.
No se trata de una estimación antojadiza ni pesimista. Los datos están arriba de los escritorios de los jerarcas del ente y son claros. Como muestra del comportamiento de ese negocio y para validar la proyección de las cifras del primer trimestre de este año, basta con tomar el mismo dato del año pasado y multiplicarlo por cuatro. Esa cuenta da 1.016.000 toneladas, cifra que no estuvo muy lejos de las 1.010.000 efectivamente transportadas.
La consultora argentina AC&A, contratada por AFE para realizar tareas de asesoramiento y capacitación, estimó en sus informes que la operadora transportará 1.188.000 toneladas, pero para ese cálculo se basó en un escenario que incluye obras en las líneas a Rivera, Salto, Fray Bentos y Río Branco. Pese a ello, el vicepresidente de AFE, Álvaro Fierro, destacó el dato de marzo por haber sido menor en 1.000 toneladas con respecto al mismo mes de 2013. En declaraciones al semanario Búsqueda, señaló como positivo el dato y adjudicó el repunte a un “mérito de los cuerpos gerenciales”. Informó también que se realizó una evaluación que detectó “deficiencias operativas y una merma de la demanda”. Fierro reconoció, de todos modos, que mantener el nivel de carga transportada en 2013 sería un “gran logro”.
Para el secretario general de la Unión Ferroviaria, Ricardo Cajigas, ese razonamiento no es correcto. “La imaginación de Fierro es bastante importante. Solo puede existir esa realidad en su imaginación”, dijo a El Observador. El sindicalista recordó el impacto que tuvo en el servicio el retiro de más de 200 funcionarios desde diciembre a la fecha, y remarcó que si bien ingresaron algunas decenas de nuevos trabajadores, ellos son una “carga” para los que se quedaron en la función, ya que deben ser instruidos durante un año para aprender la tarea. “Entonces nosotros, durante un año, tenemos esa carga, porque tenemos que ser docentes de ellos y, a la vez, hacer el trabajo de los 200 que se fueron”, comentó Cajigas.
El plan de reestructura de AFE avanza con dificultades. Consiste en convertir a esa empresa pública en la encargada de ofrecer los servicios de infraestructura, y trasladar la gestión de operaciones de carga a la nueva empresa 51% en manos de AFE y 49%, de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), para actuar bajo derecho privado.
Sigue la demanda
Para transportar carga, AFE no capta nuevos clientes y desatiende a los que tiene. El que más usa el servicio es ANCAP, para el transporte de cemento y otros productos. La industria arrocera del noreste también es otro cliente fuerte.
Empresarios clientes de AFE consultados por El Observador describieron el deterioro que experimentó el servicio en los últimos meses. “Nosotros le pedimos transportar a AFE, y la mayoría de las veces no puede. Si hubiera más posibilidad, transportaríamos más”, comentó uno de los clientes consultados, que pidió mantener reserva para evitar problemas con el directorio del ente.
Otro cliente repitió el relato de su colega y agregó que si bien el precio de transportar por tren es competitivo, cada vez se acerca más al precio de llevar la carga en camión, por carretera. Los descarrilamientos de máquinas son habituales en el transporte de carga por tren, pero en eso los clientes señalan que AFE tiene respuestas rápidas.