La apuesta de la Sociedad Portuaria de Cartagena es construir la infraestructura necesaria para responder a las necesidades de los TLC firmados por Colombia con varios países, entre ellos Estados Unidos.
El puerto colombiano de Cartagena de Indias, inmerso en una gran renovación tecnológica y de infraestructuras, aspira a ser uno de los 30 mejores megapuertos del mundo en 2017, cuando tendrá capacidad para mover hasta cinco millones de contenedores.
El proyecto Mega 2017 contempla en sus dos etapas una inversión cercana a los US$1.000 millones, y busca que para ese año Cartagena mueva el doble de los contenedores actuales, carga similar a la que hoy día pasa por los puertos estadounidenses de Los Ángeles, Long Beach o Nueva York.
Su evolución avala ese ambicioso plan, ya que las instalaciones del puerto caribeño han pasado de mover 96.000 contenedores en 1993, cuando se otorgó la concesión a la Sociedad Portuaria que lo gestiona, a cerca de 2,3 millones.
Este puerto ya recibe Post Panamax, buques de comercio marítimo que cargan hasta 14.000 contenedores, y el reto en infraestructura es poder mover esa carga internacional de forma más rápida y, además, favorecer la exportación de productos nacionales a otros países.
El puerto de Cartagena cuenta con seis grúas tipo pórtico, que descargan la mercancía de los barcos y en este momento trabaja en la instalación de una séptima que ampliará la capacidad de la plataforma.
Y entre las obras que se proyectan con vistas a la construcción del megapuerto está el dragado en lo más profundo del lecho marino para poder recibir barcos de 14 a 16 metros de calado.
El capitán retirado de la Armada Nacional y gerente de la Sociedad Portuaria, Alfonso Salas, aseguró en una entrevista con Efe que la clave para la competitividad está en crear las mejores condiciones de la región caribeña.
"Si los colombianos queremos fuentes de trabajo y generar bienestar la única forma es generar elementos que tengan una demanda externa", apuntó.
Y todo ello pasa porque Colombia disponga de un puerto de primera categoría en el Caribe, cuyo desarrollo comercial está ligado a la ampliación del Canal de Panamá.
"Es el sitio de mayor infraestructura de negocios en el siglo XXI es el área del Caribe", remarcó el gerente de la Sociedad Portuaria sobre la ampliación del Canal.
Esta empresa trabaja, además, con miras a mejorar el transporte de mercancías desde el interior del país al puerto de Cartagena, en un proyecto de traslado de contenedores desde el puerto fluvial de la Gamarra, en el navegable río Magdalena, el mayor de Colombia.
Salas anticipó que en dos o tres años se concretarán los avances de este proyecto: "Estamos en los estudios", matizó.
Esos planes beneficiarán sin duda al comercio exterior de Colombia, donde en 2012 las exportaciones alcanzaron los US$60.274 millones y se prevé que para este año sumen 70.000 millones.
Pero la competitividad de los productores colombianos tiene otro reto: disminuir el costo del flete terrestre por donde transita la mayor parte de la mercancía que se exporta, un costo que, según la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), es más costoso que en países como Estados Unidos, México, Holanda o Alemania.
En este sentido, Salas dejó claro que para transportar más mercancía nacional hay que "construir nuevas carreteras y mejorar las existentes".
Actualmente el puerto de Cartagena desarrolla un moderno sistema por el que controla cada camión que entra o sale de sus instalaciones para optimizar el tiempo de carga y descarga, asignar prioridades y reducir el impacto ambiental que representa menos horas de consumo de combustible.
El propósito es que los camiones estén el menos tiempo posible estacionados a la espera de entregar o recibir carga.
En definitiva, la apuesta de la Sociedad Portuaria de Cartagena es construir la infraestructura necesaria para responder a las necesidades de los TLC firmados por Colombia con varios países, entre ellos Estados Unidos, que está a punto de cumplir un año de vigencia.
En su primer año de vida, este TLC ha otorgado importantes beneficios a sectores colombianos como las flores, textiles e hidrocarburos.