Hombres armados que dicen formar parte de un poderoso cartel de las drogas han amenazado con atacar perforaciones en pozos aislados de gas natural en el norte de México, a menos que paguen el "derecho" para operar, dijeron dos fuentes de la industria.
México DF. Hombres armados que dicen formar parte de un poderoso cártel de las drogas han amenazado con atacar perforaciones en pozos aislados de gas natural en el norte de México a menos que paguen el "derecho" para operar, dijeron dos fuentes de la industria.
El 2010, en dos ocasiones, hombres con armas automáticas manejaron hasta sitios donde se realizaban trabajos en la cuenca de Burgos, en los estados de Tamaulipas y Nuevo León, ambos fronterizos con Estados Unidos, donde serían perforados nuevos pozos de gas.
Los hombres advirtieron a los trabajadores que los asesinarían a menos que sus empleadores pagaran por protección al cártel de los Zetas, dijo a Reuters un ejecutivo de alto nivel de una empresa que supervisa la construcción de los pozos.
"Dicen que son de los Zetas y ¿qué vamos a hacer? Lo que sabemos es que estaban fuertemente armados", dijo el ejecutivo, que pidió no ser identificado porque el monopolio petrolero estatal Pemex no permite a sus contratistas hablar con la prensa sobre la situación de seguridad en el norte.
En un caso, los sospechosos de pertenecer a cárteles de la droga pidieron el 10% de lo que Pemex pagaba por el contrato de gas, precisó el ejecutivo de la empresa.
Revisión de seguridad. La seguridad en la zona donde se encuentran los pozos está bajo revisión, pero no se ha seguido con los trabajos de perforación, dijo el ejecutivo. Un consultor externo empleado por Pemex en sus oficinas centrales en la Ciudad de México confirmó los hechos.
Otras bandas también estarían amenazando campos de gas, pero sólo el caso de los hombres armados identificándose a sí mismos como Zetas ha sido confirmado por fuentes de la empresa.
Cárteles rivales libran una batalla en Nuevo León y Tamaulipas por el control de las rutas para el envío de estupefacientes hacia Estados Unidos, el mayor mercado para drogas ilícitas en el mundo.
La violencia ligada al narcotráfico ha dejado más de 34.000 muertos en México, según cifras oficiales, desde que el presidente Felipe Calderón asumió en diciembre del 2006 y emprendió una campaña contra los cárteles de la droga.
México ha pedido a Estados Unidos que frene el tráfico de armas que caen en manos de bandas del narcotráfico que operan en territorio mexicano.
Cuenca de Burgos. Había 2.737 pozos de gas activos a finales del 2010 en la cuenca de Burgos, que produce 1.400 millones de pies cúbicos de gas por día (pcpd), quinta parte de la producción mexicana.
Aunque la producción de crudo, que financia alrededor de una tercera parte del gasto del Gobierno, no ha sido afectada, la de gas en la cuenca de Burgos ha bajado un 13%.
Analistas de la industria dicen que el declive debe haber sido influenciado por preocupaciones sobre seguridad que limitan la libertad de movimiento, haciendo más complicada la perforación de pozos y el mantenimiento de instalaciones.
Gigante de servicios petroleros, como Schlumberger, frecuentemente manejan proyectos de perforación en tierra en México pero también firmas locales tienen una parte significativa en el mercado.
Pemex reconoce que la violencia derivada de las drogas ha provocado problemas temporales, pero dice que las interrupciones en las operaciones han sido mínimas.
La producción también ha bajado debido a que Pemex está usando más gas extraído de campos marinos que antes y los bajos precios hacen que el gas de Burgos sea menos rentable.
Bandas del narcotráfico han sido responsabilizadas por el secuestro de 16 trabajadores de Pemex el año pasado, dijo la empresa, y algunas veces cárteles de la droga fuertemente armados han impedido el acceso de empleados o contratistas a sitios cercanos a la frontera con Estados Unidos.
Muchas empresas internacionales de energía han prohibido a sus trabajadores pasar la noche en zonas del norte de México, mientras que otras han reforzado la seguridad para sus empleados, incluyendo el uso de vehículos blindados.
Pemex ha empezado a quitar fotografías de directivos de su sitios internos y externos en Internet en respuesta a los secuestros, dijo el consultor en las oficinas centrales.
"Hay un sentimiento de que hay mucha gente en la empresa pagada por el crimen organizado y estos pasos adicionales han tenido que ser tomados para mejorar la seguridad", observó.