Álvarez es investigador jefe de Drakonx Investigations, una compañía que ha ayudado a cientos de clientes de todo el mundo.
Miami es la capital financiera de las Américas, del turismo, del Sol, de los bienes raíces pero también la capital del fraude. Precisamente por ser una ciudad cosmopolita donde hay muchas oportunidades y empresarios de todo el mundo, en especial de Latinoamérica, las estafas abundan por doquier.
A cazar estafadores se dedica Fernando Álvarez, investigador jefe de Drakonx Investigations, una compañía que ha ayudado a cientos de clientes de todo el mundo.
“Una de las razones por las que abrí mis oficinas aquí en Miami es por la cantidad de clientes latinoamericanos que estaban llegando a abrir sus empresas acá” -dice. Algunas empresas desean saber el pasado de los futuros gerentes o de las personas que van a poner al frente de las oficinas y por eso solicitan sus servicios.
En algunas ocasiones cuando la inversión es muy grande, “son tan estrictos que también se interesan por saber acerca de la familia inmediata, incluyendo los hijos y la esposa de esos ejecutivos. Es mejor evitar una sorpresa económica y estar seguros de que esas personas son confiables” que luego tener que lamentar.
El investigador Fernando Álvarez es especialista además en el ámbito familiar lo cual puede incluir la infidelidad, la custodia y abuso de menores, el secuestro. También lo que hacen los adolescentes rebeldes cuando se escapan de la casa o que tienen actividades ilegales (drogas, pandillas, prostitución).
En el caso de las estafas económicas Álvarez lamenta “los casos de empresas que le han contactado después, cuando ya les habían robado o metido en problemas legales”.
Ejemplos
Una compañía en Latinoamérica contrató a otra en Miami para hacer una inversión de capitales a fin de comprar maquinaria industrial para ser exportada a este país latinoamericano. Después de invertir dos millones de dólares la empresa de Miami desapareció.
“Cuando investigamos, primero era una compañía que no tenía licencia de exportación e importación, tampoco era un negocio establecido en el mundo de las maquinarias. Solamente ponían Investment, tenían una oficina en Brickell con todas las de la ley pero solamente estaban esperando que alguien cayera”, rememora Fernando Álvarez.
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De los involucrados, Drakonx Investigations localizó a tres cabecillas pero ninguno tenía nada que legalmente pudiera devolver el robo que habían hecho. Todo estaba a nombre de terceras personas.
Otra compañía latinoamericana que vende minerales contrató a una que tenía sus oficinas en Brickell que se quedó con 3 millones y también desapareció. Luego de las averiguaciones se pudo ubicar al individuo principal pues el resto eran secretarias y personal administrativo. En ese caso la persona ya tenía antecedentes de estafa.
“Cuando alguien viene de fuera puede pensar que estas compañías son súper importantes, son grandes, porque se encuentran en el centro financiero de Miami y tienen un nombre que engancha pero pueden ser presas de estafadores”, advierte Álvarez.
Lástima que se enteraron de quién era el individuo con el que estaban haciendo negocios luego de que había cometido el crimen llevándose consigo 3 millones.
Este último ejemplo era similar al anterior con la diferencia de que la inversión de 100.000 la puso una familia común que lo sacó del valor de su residencia. Según el pacto inicial le iban a devolver cierta ganancia mensual.
Fernando recuerda que era una oficina muy lujosa y los carros parqueados eran Lamborghinis y Ferraris. El primer y segundo mes el cliente de Fernando comenzó a recibir la ganancia pero reuniéndose allí con otras personas descubrió que había personas que desde hacía seis meses que no les pagaban.
“Cuando le entregué el reporte al cliente le dije, esto se viene mal. Primero la persona no tenía licencia de inversionistas. Como a las cuatro semanas el FBI cerró la oficina”.
La peor parte es que algunos de los ladrones de cuello y corbata escaparon hacia México y hoy esos 100.000 están perdidos.
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Pequeña inversión
Algunos pueden encasillar a los investigadores solamente en casos de infidelidad o de delitos consumados pero son muy importantes para evitar el crimen.
“Si después de leer el reporte determinas que la persona está apta y decides contratarla, tienes menos riesgos”, añade Álvarez. “No es que no existan riesgos porque siempre para un criminal existe un primer día, pero es menos probable que te estafen”.
Y a veces no solo se trata de que pierdas dinero, sino del problema legal.
“Todo depende de cuan profundo quieras ir, pero investigar a cualquier persona puede costar entre los 350 y los 3500 dólares”.
El matrimonio
El matrimonio es una inversión emocional, de vida y de tiempo y económica también, sobre todo cuando hay diferencias en la economía de cada persona. Es por eso que es importante hacer un chequeo de antecedentes con la persona con la que uno se va a unir, sobretodo antes de llegar a firmar papeles o documentos de matrimonio.
“He tenido casos en investigaciones prematrimoniales donde el hombre o la mujer han mentido sobre sus finanzas e incluso sobre sus profesiones para pintarlo todo más bonito”.
Algunas parejas terminan casándose en dos o tres meses y “a veces son los propios padres o los hijos de los cónyugues cuando son personas adultas los que solicitan mis servicios”, concluyó Álvarez .
En muchas ocasiones el cónyugue de menos ingresos empieza a presionar emocionalmente al de más ingresos para que comience a pasar las propiedades y las cuentas bancarias a nombre de los dos. Los robos han sido grandes.