La capacidad instalada de producción es de 1,6 millones de toneladas por año y el valor del contrato alcanza los US$65 millones.
Panamá. La empresa panameña de cemento, Cemento Panamá, suscribió un contrato para el suministro de cemento y productos cementantes para el proyecto de ampliación que lidera el consorcio Grupo Unidos en el Canal del istmo. El valor del contrato asciende a la suma de US$65 millones.
Enrique Olarte, gerente general de Cemento Panamá, expresó su satisfacción y ratificó que con la actual capacidad instalada de producción de cemento de 1,6 millones de toneladas al año podrán atender ampliamente la demanda del país y cubrir los niveles de servicio esperados por sus clientes.
Cemento Panamá ha llevado a cabo inversiones del orden de los US$100 millones en los últimos cinco años, entre los que destaca el proyecto de duplicación de capacidad que contempla nuevas facilidades de molienda, de almacenamiento y despacho de cemento; ha ampliado la capacidad, distribución y despacho en la operación de concreto y modernizado las plantas a nivel operacional y ambiental; en cuanto a los agregados ha incrementado la capacidad de producción de de gravas y arenas.
Harry Abuchaibe, gerente de negocio, explicó que el compromiso de entrega inicia en diciembre de este año y termina el primer trimestre del 2014 y atenderá los requerimientos del consorcio constructor.
Con éste anuncio Cemento Panamá afirma su interés de generar valor para el accionista e intenta incorporar los valores de una empresa socialmente responsable.
El proyecto de ampliación del Canal consiste en añadir un tercer carril, a los dos ya existentes, mediante la construcción de dos complejos de esclusas integrados por tres cámaras o escalones consecutivos, para mover los buques entre el nivel del mar y el del lago Gatún.
Hoy en día “transita el 4% del comercio mundial” por el Canal de Panamá, y gracias a la ampliación, a partir del 2015, estiman hacer frente a lo que sería un posible aumento hasta más del 6% del Comercio mundial. Prácticamente se duplicará el número de toneladas que pasarán del Atlántico al Pacífico, hasta alcanzar los 600 millones al año, frente a los 340 millones actuales.