Los analistas temen que la desaceleración de la economía en Estados Unidos, un mercado clave para Cemex, seguiría retrasando la recuperación de la cementera y haría más complicado para la firma alcanzar sus metas financieras del 2012.
México. La cementera mexicana Cemex habría comprado tiempo al asegurar que honrará sus compromisos financieros este año, pero necesita cortar su deuda en US$2.000 millones y generar más efectivo en el 2012 para evitar una renegociación con sus acreedores que eleve sus costos.
Los analistas temen que la desaceleración de la economía en Estados Unidos, un mercado clave para Cemex, seguiría retrasando la recuperación de la cementera y haría más complicado para la firma alcanzar sus metas financieras del 2012.
"El problema de fondo es el desempeño en Estados Unidos, mientras no se recupere la demanda, luce complicado que cubran los covenants (condiciones del acuerdo) del 2012", dijo Carlos Hermosillo, analista de Banorte."Deberían estar renegociando los covenants".
Cemex firmó en 2009 un acuerdo con sus acreedores para refinanciar alrededor de US$15.000 millones, que exige un nivel máximo de endeudamiento semestral.
La tercera mayor cementera del mundo dijo la semana pasada que espera bajar su pasivo y mejorar su rentabilidad en el cuarto trimestre para alcanzar un ratio de deuda de 7 veces su Ebitda para el cierre del 2011. La deuda tomada para ese cálculo es la incluida y subordinada al acuerdo.
Las preocupaciones por el cumplimiento de dicha meta llevó el precio de las acciones a su mínimo de 13 años de 3.25 pesos a principio del octubre.
Pero tras el anuncio de que prevé cumplir este año con las condiciones, los papeles recortaron las pérdidas anuales a un 53%, desde alrededor del 70% de pérdida que habían llegado a acumular.
Más exigencias en el 2012. La empresa tiene que alcanzar un nivel de deuda fondeada -la contemplada en el acuerdo- de 6,5 veces su Ebitda para junio y de 5,75 veces para diciembre del 2012, lo que la pone contra las cuerdas para generar más ingresos.
"Cemex sigue siendo una compañía muy endeudada", dijo Francisco Suárez, analista de HSBC. "El reto prevalece para 2012 (....) eventualmente van a tener que negociar con los bancos porque no es fácil el entorno actual", agregó.
Según un sondeo de Reuters entre siete analistas la cementera lograría el 2012 unos US$2.400 millones de Ebitda, alrededor de un 4,0% mayor a la expectativa del 2011.
Con esta expectativa, Cemex necesitaría que la deuda fondeada se ubique por abajo de los US$14.000 millones, desde los US$16.000 millones con los que espera cerrar en el 2011.
Cemex planea vender activos por US$1.000 millones y generar US$200 millones en ahorros con un programa de recorte de gastos.
"Si Cemex logra sólo US$100 millones de ahorro en costos tendría que vender activos por US$700 millones para cumplir con el covenant del 2012, lo cual podría resultar difícil en las condiciones actuales", dijo Credit Suisse en un reporte.
En los primeros nueves meses del 2011 la firma vendió activos por US$80 millones, pero espera recaudar de US$100 a US$200 millones adicionales por desinversiones en lo que resta del año.
¿No para la pesadilla? La pesadilla financiera de Cemex no se agota en 2012. Enfrenta un vencimiento de US$8.000 millones en el 2014, parte de la deuda que arrastra desde que compró a la australiana Rinker en el 2007.
Esa carga la obligaría a salir a los mercados antes de negociar nuevos plazos con sus banqueros o emitir capital que diluya sus acciones.
"Tenemos más que tiempo suficiente para resolver eventualmente el refinanciamiento del 2014", dijo el vicepresidente de Finanzas de Cemex, Fernando González, en una conferencia tras su reporte del tercer trimestre.
El ejecutivo resaltó la estrategia de la compañía de salir a los mercados para colocar alrededor de US$4.100 millones en bonos y notas convertibles en la primera mitad del 2011, con lo que logró ejecutar sus metas financieras.
Pese a los temores, los analistas consultados descartaron un panorama de bancarrota. "A nadie le conviene que quiebre y Cemex está en buenos términos con sus acreedores como para negociar otros cinco o 10 años" de plazo, dijo un analista que pidió omitir su nombre. "Aunque si le podrían pedir más capital".